Secretaria de Organización del PP y diputada en el Congreso, Cuca Gamarra (Logroño, 1974) es una de las caras más conocidas del partido presidido por Alberto Núñez Feijóo. Inmersa ahora mismo en la batalla contra la ley de amnistía que permite que el socialista Pedro Sánchez se mantenga en La Moncloa gracias a los votos de los siete diputados de Junts, Gamarra considera que España atraviesa ahora mismo un momento complicado. Momento en el que tiene especial protagonismo la socialista Francina Armengol, expresidenta de Baleares, y a la que el PP exige su dimisión tras verse afectada por el escándalo del caso Koldo. La gravedad de lo nacional, sin embargo, no impide que Cuca Gamarra tenga conocimiento de cómo le afecta a Ibiza un Gobierno del PSOE que se niega a financiar sus infraestructuras o que ralentiza sin argumentos proyectos tan importantes como el de la depuradora o el Parador del Castillo.

—Ibiza es una de las zonas de España donde el problema de la vivienda va más allá de lo grave. En todo el país, gobiernos de uno y otro color están probando todo tipo de fórmulas pero no funcionan. ¿Qué hay que hacer?

En primer lugar, luchar contra la okupación, que es un fenómeno que aquí en Ibiza preocupa a los ciudadanos que pueden tener, fruto de su esfuerzo y de su trabajo, propiedades y que ven cómo su patrimonio puede estar amenazado. El patrimonio es el resultado del esfuerzo de toda una vida y de toda una familia. Lo que hace falta para empezar es seguridad jurídica y eso significa luchar contra la okupación. Es una de las prioridades que tiene el PP. Hay que tener claro que al okupa no se le desahucia, se le desaloja porque está ocupando una propiedad que no le pertenece. Hace falta una política seria en materia de vivienda, cosa que Pedro Sánchez no ha tenido. Necesitamos políticas de vivienda que hagan que pueda haber suelo y que las administraciones se impliquen para que la vivienda pueda ser accesible a los ciudadanos. En este sentido, el Ayuntamiento de Ibiza está haciendo cosas muy importantes y se lo ha tomado muy en serio. Y lo mismo puede decirse del Govern de Marga Prohens. Hace falta también ayudar fiscalmente para que la gente pueda acceder a una vivienda. Si combinas políticas fiscales, políticas de apoyo a través del aval y políticas públicas para construir vivienda a precio asequible, se puede conseguir arreglar el problema.

—La falta de vivienda en Ibiza ha provocado, entre otras cosas, la desbandada de funcionarios estatales. Llevamos décadas hablando del plus de insularidad y ni el PSOE ni el PP lo han resuelto desde el Gobierno central. ¿Cuál es el problema?

El PP tiene un compromiso con Baleares e Ibiza de promover e impulsar ese plus de insularidad, que haga posible que los servicios públicos que dependen del Estado puedan existir. Está en nuestro programa electoral y nuestra voluntad es hacerlo. No son palabras, son hechos y eso se puede comprobar al ver lo que está haciendo Marga Prohens desde el Govern. Ella ha impulsado, en los pocos meses que lleva, los complementos para las plazas de difícil cobertura, que están permitiendo que haya profesionales a los que se les pueden cubrir sus necesidades básicas, sobre todo la vivienda, y, con esto, que haya servicios públicos. Desde las políticas autonómicas del PP se puede ver ya que nuestro compromiso es firme y que, además, no son palabras sino hechos. Ese compromiso lo queremos con ese plus de insularidad, que es necesario que venga en las nóminas de los funcionarios. Ese plus ha de abarcar a todos los funcionarios públicos porque hay servicios que dependen única y exclusivamente del Estado y que tienen que estar plenamente garantizados. Ya digo, el compromiso está ahí. Lo empezamos a hacer con el Gobierno de Mariano Rajoy pero no pudimos terminarlo. Nuestro objetivo es volver a gobernar España y poderlo cubrir. Del mismo modo que para nosotros la insularidad tiene que estar también recogida fiscalmente porque es algo que cohesiona y vertebra un país en el que nosotros creemos en la igualdad de todos los españoles, vivan donde vivan. Y la insularidad afecta a los servicios públicos y hay que tenerlo en cuenta.

Esta dejadez del Gobierno central hacia Ibiza se ve también en cuestiones como la negativa a negociar y firmar el convenio de carreteras con el Consell d’Eivissa. ¿Nos pasa solo a nosotros o esto se da en todas las administraciones gobernadas por el PP?

Los ibicencos son inteligentes y tienen buena memoria. El PSOE suele menospreciar mucho la memoria del ciudadano. Y los ibicencos saben que, cuando el PP ha gobernado y cuando Mariano Rajoy estaba al frente del Gobierno de España, el convenio de carreteras tenía en cuenta la insularidad. Esto cambió con la llegada de Pedro Sánchez, con la complicidad y la colaboración de Francina Armengol. Ella lo que buscó fue el beneficio propio y poder controlar los fondos públicos, decidir dónde los invertía y a qué los dedicaba. El PP ha llevado enmiendas para incorporar los convenios de carreteras a los Presupuestos Generales del Estado y el PSOE las ha rechazado. El PP cree en los Consells porque sabemos que es una administración cercana al ciudadano y con una capacidad de gestión que permite, desde esa cercanía, ser eficaz. Permite que esas carreteras puedan mantenerse y reformarse en aquello que es necesario. Hace falta invertir. Evidentemente, la manía del PSOE hacia Ibiza es porque el PSOE no ha gobernado en Ibiza. El Consell no era del PSOE y por eso le quitó los fondos.

El Govern de Armengol también reventó el proyecto de construir 120 viviendas protegidas en el solar de la antigua comisaría de Ibiza. El entonces diputado del PP Miquel Jerez preguntó en numerosas ocasiones por esta cuestión al Ministerio de Interior y la conclusión fue que el Govern no quería este proyecto. Algo demencial.

Y, posiblemente, por eso los ciudadanos de Ibiza, cuando llegaron las elecciones municipales y autonómicas, confiaron en el PP. El PP está hoy al frente de la administraciones autonómica y locales y eso va a permitir que recuperemos el tiempo perdido. Es habitual que los diputados y senadores del PP de las Islas persigan a los ministros con todos sus compromisos. Y, efectivamente, es demencial que se quiera condenar a una isla que tiene muchísimo futuro a quedarse anclada y a no evolucionar.

En mayo de 2023, el PP se hizo con el control del Govern, de los Consells y, en el caso de Ibiza, con los cinco ayuntamientos. El caso más llamativo es el de la ciudad de Ibiza, donde Rafa Triguero se impuso con una mayoría absoluta muy contundente. Creo que ni el PP se esperaba una victoria tan aplastante.

Cierto. El resultado de las urnas es el resultado de la confianza. Las urnas lo que han reflejado es que Triguero es una persona líder en la que confían los ciudadanos. Han reflejado también que el PP, en los últimos años, ha hecho un gran trabajo para que Triguero pudiera llegar en las mejores condiciones y que, con su liderazgo, se pudiera conseguir ese grandísimo resultado. Para el PP, cuando obtiene una mayoría tan absoluta y tan contundente, es una grandísima responsabilidad. Y Rafa Triguero lo vive así. Es la responsabilidad de saber que eso no es un cheque en blanco sino que tienes que resolver problemas como el de la vivienda. Yo pude estar el viernes con él y son problemas que le preocupan. Pero es que, además, en tan poco tiempo se están dando pasos adelante como en el caso de Ca n’Escandell, con la construcción de las 532 viviendas protegidas. Creo que esto es una demostración de cómo el PP está trabajando y cumpliendo con lo que los ibicencos le han encomendado. Esto significa apostar por vivienda, por las inversiones en carreteras o levantar la voz en Madrid para decir a los ministros que tienen una responsabilidad y que han de cumplirla. Eso nosotros lo vamos a exigir mientras no estemos en el Gobierno pero, de la mano de Alberto Núñez Feijóo, lo vamos a cumplir cuando estemos en el Gobierno.

Habla usted de las 532 viviendas de Ca n’Escandell. Es un proyecto con el que llevamos décadas. Y lo mismo pasa con las obras de la depuradora, que aún no está en funcionamiento total y que es ya una infraestructura obsoleta porque no tiene avances como la depuración terciaria. ¿Se dan en todo el país estos retrasos en infraestructuras tan importantes?

Depende de quien esté gobernando. Allí donde ha estado o está el PSOE se dan estas circunstancias. El PP, donde gobierna, se toma las cosas muy en serio y se caracteriza por gestionar bien. Eso significa acortar tiempos y, cuando haces esto, resuelves antes problemas. Por eso, cuando llega el PP le toca resolver problemas que llevan mucho tiempo enquistados. Pero esto no nos da miedo, estamos para eso y lo sabemos. El PSOE suele hundir a las administraciones y nosotros sabemos lo que nos toca. La depuradora de Ibiza podría haber estado terminada hace mucho tiempo, como tantas y tantas infraestructuras hídricas de nuestro país, que son más necesarias que nunca ahora que la sequía ya ha dejado claro que no es una cuestión coyuntural sino estructural.

Otro proyecto que no acaba de culminar es el del Parador del Castillo. El año pasado Sánchez se comprometió con el socialista Rafa Ruiz a venir a inaugurarlo en enero. Estamos a mediados de marzo y nada se sabe de esta apertura.

¿Cuándo Pedro Sánchez ha dicho la verdad? Posiblemente, cuando se comprometió o hizo ese anuncio en campaña ya estaba mintiendo a los ibicencos y sabía perfectamente que no estaría en esa fecha. Pero para Sánchez el valor de la palabra es algo irrelevante. Sin embargo, para el PP el valor de la palabra es la clave de la política porque sobre ella se fundamenta la confianza. Por eso allí donde gobernamos cumplimos nuestra palabra. Si nos hemos comprometido a bajar los impuestos, al llegar al Govern los hemos bajado. Si nos hemos comprometido a la gratuidad de la educación de 0 a 3 años, lo que hemos hecho es alcanzarla. Si nos hemos comprometido a que haya sanitarios o profesores donde hay plazas de difícil cobertura, ya estamos trabajando en ello. Si el alcalde de Vila se ha comprometido en trabajar para resolver el problema de la vivienda, ya estamos en ello. Esa es la gran diferencia. Sánchez miente siempre. Ya no es solo que sea sectario. Cuando está al frente a un gobierno alguien que no es de su color político, levanta muros y, evidentemente, ya no quiere relacionarse con él. Pero, bueno, hay capacidades de las administraciones de estar por encima de Pedro Sánchez, aunque eso sea una dificultad, que el Gobierno de España no reme a favor. El Gobierno de España en estos momentos solo rema a favor de aquellos de los que depende para garantizarse permanecer en el poder a cualquier precio. Los problemas de los españoles han pasado a un segundo plano. Reitero, todo era mentira y, lo que es peor, cuando mentía lo sabía.

Este sectarismo del que habla se extiende también a Francina Armengol. Su gobierno en Baleares permitió que, por ejemplo, el servicio de Oncología de Can Misses se quedara sin especialistas porque, en teoría, no había y, a la vez, se ponía la traba del tema de la lengua.

Por eso hoy ella ya no está gobernando las Islas. Quien no tenga como prioridad la salud de sus ciudadanos, evidentemente no merece estar al frente de un gobierno que lo que tiene que hacer es proteger fundamentalmente la vida. Y eso pasa por la sanidad. Es más importante que haya especialistas, que haya médicos, que la lengua en la que hablen.

Armengol no está imputada de momento en el caso Koldo pero la sospecha está ahí. ¿Ha tenido España alguna vez una tercera autoridad del Estado en estas circunstancias?

Nunca España ha tenido una tercera autoridad del Estado que esté cuestionada y acorralada por una trama de corrupción como lo está Francina Armengol. Más allá de que en estos momentos no esté ni investigada ni imputada, quien ocupa una responsabilidad como la suya debe tener claro que su situación personal y política no puede afectar nada más y nada menos que al Poder Legislativo y al Congreso de los Diputados. Está afectando, además, a la imagen que los españoles tienen del Poder Legislativo. Hace ya semanas que Armengol tendría que haber dejado voluntariamente la presidencia del Congreso porque está dañando la institución. La institución está por encima de ella y no puede estar aferrándose a ese puesto por proteger a Pedro Sánchez. Al final, está funcionando como un cortafuegos de Sánchez porque, mientras no caiga ella, él estará más protegido. Pero hay muchas preguntas que ella no ha contestado y, sobre todo, una: cómo pudo llegar la trama de Koldo, que afecta al corazón del PSOE, hasta el Govern balear. Evidentemente, lo tuvo que hacer a través de ella. Si no fue así, Armengol lo tiene muy fácil: que diga que no fue así. Pero, si no lo dice y no lo niega, es porque sabe que, al final, la verdad se acabará sabiendo.

Al margen del caso Koldo, Armengol ya estaba muy cuestionada por la tramitación de la ley de amnistía. Se ha llevado por delante a varios letrados del Congreso, ha puesto a uno de su confianza… ¿Es Armengol la Carme Forcadell del PSOE?

Sin duda alguna, lamentablemente esto se parece mucho a lo que se vivió en el Parlament de Cataluña en 2017. Sin Armegol al frente del Congreso y poniendo el Congreso al servicio del sanchismo, esta ley de amnistía no se podría haber tramitado. Otra presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, ya rechazó otra ley de amnistía por inconstitucional. Por eso lo que ha hecho Sánchez a través de Armengol ha sido poner el Congreso a su servicio. Y lo digo porque es para poder mantenerse él en el poder a través de una ley que le garantiza siete votos, ni más ni menos. No hablamos de la ley de la ELA, de la que no se han preocupado en absoluto, o de tramitar leyes que vengan a solucionar el problema de escasez de profesionales en Atención Primaria. No, estamos hablando de que la única obsesión y prioridad de Sánchez es tramitar la ley de amnistía. Una ley le permite mantenerse en el poder. Para eso necesitaba a una persona clave en el Congreso y eso es lo que está haciendo Francina Armengol. Efectivamente, recuerda mucho a lo que hizo Forcadell.

El viernes se vivió una escena muy esperpéntica cuando el ministro de Justicia, Félix Bolaños, anunció que esta ley tiene el aval completo de la Comisión de Venecia y este organismo, que depende de la Comisión Europea, dio a conocer un dictamen que cuestiona seriamente el texto. ¿Qué está pasando?

Volvemos a la mentira. Con el sanchismo todo vale por permanecer en el poder. Y la mentira como instrumento para mantenerse la llevamos viviendo durante los cinco últimos años. Con Pedro Sánchez y sus ministros todo es mentira. Los españoles recordamos muy bien aquello de «con Bildu no pactaré, cuántas veces quiere que se lo repita». Y les ha entregado hasta el Ayuntamiento de Pamplona. También recordamos aquello de que no dormiría tranquilo si metía a Podemos en su gobierno y no solo lo hizo sino que, además, los hizo vicepresidentes. Y así una y otra vez. La Comisión de Venecia ha dado un varapalo importante al Gobierno y ha dejado muy claro que esta ley de amnistía no responde a un objetivo de convivencia sino de conveniencia.

La convocatoria electoral catalana ha pillado por sorpresa a todos. ¿Cómo afronta el PP esta campaña?

Con mucha responsabilidad y, sobre todo, teniendo muy claro que el PP es el único partido que puede liderar en Cataluña al constitucionalismo y que puede ser el refugio de todos aquellos que se han visto muy defraudados por el PSC y por Salvador Illa. El PSC se ha convertido en un independentista más. Ha cruzado el puente para situarse en ese lado y hacer que el independentismo esté más fuerte que nunca. Así que afrontamos la campaña sabiendo que somos más necesarios que nunca y que vamos a estar a la altura de lo que el constitucionalismo necesita. Ningún catalán tiene porqué sentirse huérfano ni menos catalán que otros. Y hay un partido que es el PP que representa todo eso.

Se habla de un posible pacto entre PP y Ciudadanos.

Estamos manteniendo conversaciones con un partido que tiene representación en el Parlament de Cataluña. Lo normal es hablar entre partidos y más cuando se produce un adelanto electoral que no estaba previsto por parte de nadie. Es bueno que entre las fuerzas políticas pueda existir comunicación y pueda existir diálogo.

También se ha publicado que el PP baraja la posibilidad de recuperar a Dolors Montserrat, ahora eurodiputada, como candidata.

Se barajan muchas cosas. La verdad es que hay una convocatoria electoral y nosotros tenemos nuestros procedimientos internos. Como secretaria general estos procedimientos merecen todos mis respetos y tengo la obligación y la responsabilidad de defenderlos. Será en esos procesos donde determinaremos y elegiremos un proyecto para Cataluña y para los catalanes. Los catalanes no tienen por qué resignarse a la parálisis y al retroceso en el que están sumidos. Todo lo contrario. Tampoco tienen que resignarse a políticos que solo aspiran a la independencia y no a la mejora de su día a día. Tienen una sequía que los está asfixiando y no han tenido un gobierno que haya invertido para poder afrontarla. Tienen una economía que podría ser muy abierta, dinámica y con muchísimo crecimiento pero que se está quedando atrás. Si cogemos las listas de espera o la sanidad, los catalanes no tiene por qué ver cómo la atención sanitaria no es una preocupación de su gobierno. Y lo mismo con la educación. No tienen por qué estar sometidos a la imposición lingüística en lugar de a una educación que facilite los mejores niveles para sus jóvenes.

Para acabar, en el caso del novio de Isabel Díaz Ayuso el escándalo era que había defraudado a Hacienda 350.000 euros y hoy el escándalo es ver cómo el Estado ha desvelado la estrategia de su abogado. ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el Gobierno de Sánchez?

Eso me pregunto yo. ¿No hay límites en nuestro país? El PSOE está absolutamente acorralado por la corrupción. Una corrupción que acorrala también al propio presidente del Gobierno. Un presidente del Gobierno que se encuentra en estos momentos amenazado por los conflictos de intereses en los que está involucrado. Lo único que busca es amedrentar al adversario e intentar distraer la atención sobre su corrupción política.

Hay periodistas que denuncian estar siendo perseguidos por Hacienda por sus posturas políticas y otros a los que, nos gusten o no, se amenaza con retirarles las credenciales para que no puedan acceder al Congreso.

Es que estamos en un país donde hay un presidente del Gobierno dispuesto a amnistiar a un grupo de políticos porque depende de él. Ese es el mayor ejercicio de corrupción política que hemos vivido en nuestro país, entregar la impunidad por mantenerte en el poder. Cuando uno hace eso, no tiene ningún tipo de límites. Y considera que todos los instrumentos del Estado no tienen los límites del Estado de Derecho y, por lo tanto, de la defensa de los derechos y libertades de cualquier ciudadano, se llame como se llame, milite en el partido que milite, tenga las opiniones que tenga y esté relacionado con quien esté relacionado. La protección de los derechos y las libertades de cualquier individuo tienen que estar por encima del presidente del Gobierno. Pero estamos en un momento muy complicado por cómo maneja Pedro Sánchez todo lo que está a su alcance. Él pone el poder a su servicio y cree que no tiene límites. Pero se equivoca porque en España hay un Estado de Derecho y hay maneras de defenderse. Evidentemente, todos aquellos que se vean atacados deben defenderse y el resto debemos defendernos.