La calle Bisbe Abad y Lasierra es uno de las vías más grandes de la ciudad de Ibiza. Es emblemática porque arranca en la avenida España y termina en el Boulevard Abel Matutes. En sus 800 metros abarca todo tipos de comercios como locutorios, tiendas de alimentación o cafeterías y es el eje central de la vida cotidiana para los vecinos.

Khalid, un joven que camina por esta vía, asegura que «es la calle central» e imagina que «es de las primeras calles que se hicieron en Ibiza». «En la fecha que sea está llena de gente circulando siempre», asegura. Camilo, que lleva muchos años en la zona, dice que «suele haber todo tipo de gente». Él la conoce muy bien porque «antiguamente solía ir mucho a un bar que estaba en esta calle».

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Para Ana «es muy buena zona». Ella explica que «es una calle que tienes que recorrer si sales desde Ibiza: «La gente suele cogerla para ir al Cetis, donde está la parada de autobuses. Yo por ejemplo siempre la recorro cuando voy al colegio que está aquí al lado y, si sigues un poquito más, adelante está el Mercado Nuevo también». Anaís la ve «bonita y tranquila». «Hay una pizzería, una juguetería y realmente es un barrio que en realidad tiene de todo. Hay buen ambiente».
Un local que lleva mucho tiempo en esta calle es el locutorio Sadny5, regentado por Sandra que es madre de cinco hijos, los cuales dan nombre al lugar. Ella la ve como «una calle muy tranquila». «A las nueve de la mañana ya se empieza a ver el movimiento. A mí me gusta trabajar aquí con los vecinos porque nos conocemos y hay una comunidad china bastante grande», indica. Señala que se nota que en este negocio familiar los clientes son bien acogidos porque entran, además de para comprar una bebida, para hablar por teléfono o simplemente a saludar. Su hijo Axel comenta que «viene mucha gente porque ya nos conocen. Hacemos fotocopias, envíos de dinero, vendemos refrigerios y demás».

El único inconveniente que remarcan los vecinos es que por la noche no hay mucha iluminación y, «como los fines de semana abren los pubs del callejón, hay más movimiento de gente. Además, señalan, faltaría un poquito de alumbrado, «que está muy triste». María y Sofía son dos jóvenes que aseguran que hay «muy bien ambiente» e indican que al final de la calle, cerca del Boulevard Abel Matutes, «se juntan muchos jóvenes con musiquita y las pipas por las tardes para pasar el rato y hablar».