El magistrado Juan Carlos Torres, ayer, atendiendo a los medios. | Moisés Copa

El traslado del Juzgado de lo Social desde el Cetis a la tercera planta del edificio de Sa Graduada, la misma en la que está el Juzgado de Violencia contra la Mujer, sigue «preocupando mucho» a parte del sector judicial de Ibiza, según el magistrado titular del Juzgado de Violencia contra la mujer, Juan Carlos Torres.

En este sentido, según este juez, esta reubicación del Juzgado de lo Social supone un «retroceso» a la hora de atender específicamente los casos de delitos relacionados con la violencia de género. «Esta situación perjudica a la operatividad y a la intimidad de las mujeres afectadas que tengan que hacer uso del Juzgado de Violencia», señaló a Periódico de Ibiza y Formentera. Explicó que esta situación afecta a la «exclusividad» que tiene que tener este órgano judicial dentro del edificio de Sa Graduada debido a la fusión de ambos juzgados en la misma planta. «Este Juzgado debe ser propio y exclusivo de la Violencia de Género para defender la intimidad y tranquilidad de las víctimas», señaló mientras adelantaba que el Ministerio de Justicia no es conocedor de este traslado.

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«Envié un escrito al Ministerio denunciando la situación; todavía no me han contestado», agregó tras la presentación de las tres salas amables habilitadas en el edificio, una de ellas en la misma planta en la que está el Juzgado de Violencia contra la Mujer. Asimismo, explicó que, por un lado, está satisfecho con la apertura de este espacio, pero, por otro, destacó que el objetivo de esta sala en la tercera planta era «amenizar» la estancia de las víctimas y los menores con espacios adecuados y exclusivos para ellos. No obstante, apuntó que, debido a la fusión de ambos juzgados, las mujeres no tendrán la «privacidad» suficiente para utilizar el espacio de lactancia dentro de la sala ni los cambiadores.
«La Oficina de la Dona tampoco está conforme con esta situación. Estamos luchando para revertirla porque sí que hay alternativas», indicó. Al preguntarle por estas opciones, explicó que no podía adelantar nada, simplemente añadió que seguirá «luchando por los derechos de las víctimas de violencia de género para que se respete su privacidad».

Masificación

«La sala amable estaba diseñada para ser una habitación contigua al Juzgado y muy individualizada», subrayó, haciendo hincapié en que estas víctimas acuden al órganos judicial acompañadas por sus familiares, lo que supone, según Juan Carlos Torres, una gran «masificación» en la planta porque coinciden con el resto de personas que también están siendo atendidas por el Juzgado de lo Social.