La isla de Ibiza ha amanecido este Viernes Santo con sol, una ligera brisa y temperaturas más cercanas a la primavera, pues a las 09.00 horas se estaban rozando los 20 grados de temperatura.

Tras unas jornadas con alerta naranja por fuerte viento, lluvia ocasional y bajada de temperaturas, la calidez de este Viernes Santo ha animado a numerosas personas a empezar el día paseando, corriendo o bien disfrutando con sus mascotas o hijos.

La Aemet prevé que este Viernes Santo no se registren precipitaciones, pero calcula que la nubosidad irá en aumento a medida que avance la tarde y noche. Situación bien diferente en muchos otros puntos del país, donde la lluvia y el viento ha provocado que no salgan muchas procesiones previstas esta Semana Santa.