La fuerza de Susana Martínez traspasa las paredes de la sede de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Su positividad se observa en la sonrisa, en la mirada y al relatar los meses que ha estado luchando contra el cáncer de colon con el objetivo de vencerlo, logrando finalmente acabar con esta enfermedad. Susana explica que todo comenzó en abril de 2022 cuando observó la aparición de sangre en las heces. Tras lo sucedido, enseguida optó por hacerse una colonoscopia, aunque destaca que no estaba preocupada porque meses antes se había realizado un cribado de cáncer de colon a través de un test de sangre oculta en heces y dio negativo. «En un principio pensé que era una hemorroide o una pequeña fisura anal porque ya me había hecho el test. Yo me confié y en mi caso esta prueba no fue efectiva. Por eso, yo aconsejo a las personas que reciben la carta de la Conselleria de Salud, para participar en un cribado, que se realicen directamente una colonoscopia», señala esta vecina de Ibiza, destacando que es una prueba segura, rápida e indolora. «Te sedan y no te enteras de nada. En este examen, además, se pueden detectar pólipos y eliminarlos para evitar el riesgo de que se conviertan en un futuro en cáncer de colon. Es la única manera de prevenir», subraya esta sanitaria zaragozana que trabaja en Can Misses.

En este sentido, informa de que tras esta colonoscopia le notificaron que lo que tenía era un tumor «con nombre y apellidos»que estaba en la última porción del intestino grueso. «Tenía un tumor del colon sigmoides que me extirparon», afirma esta mujer, resaltando que le realizaron una colostomía sigmoide. Indica que es el tipo más frecuente de colostomía y se realiza en la parte inferior del intestino grueso, «donde los desechos se trasladan al recto». «Me operaron un mes después del diagnóstico. Todo fue muy bien; me cortaron la zona afectada y empalmaron. Tuve suerte porque lo tenía en ese punto del intestino grueso y no hizo falta que me pusieran una bolsa de ostomía», añade.

Pillado a tiempo

Señala que el cáncer de colon fue detectado a tiempo, lo que supone, según esta paciente, una recuperación casi segura. «Cuando se coge a tiempo, esta enfermedad se cura en el 90% de los casos», añade, haciendo hincapié en que, además, el tumor estaba «muy localizado». Explica que no tuvo que hacer ningún tratamiento de quimioterapia porque le realizaron una biopsia para extraer una muestra de tejido y analizarlo y, al hacerlo, le notificaron que no se habían observado células cancerosas. No obstante, destaca que esta alegría le duró seis meses porque en diciembre de ese mismo año tuvo una revisión y le diagnosticaron metástasis en el hígado: «Tras la extirpación del tumor en el colon, yo hubiese aceptado un tratamiento de quimioterapia preventivo, pero no lo consideraron», lamenta esta paciente. Asimismo, destaca que eran células tan pequeñas que eran «inapreciables». «Tras el diagnóstico me operaron del hígado y me quitaron el tumor, respetando la distancia de seguridad».

Después de esta operación, recibió quimioterapia agresiva que, según Susana Martínez, le provocó una polineuropatía periférica inducida por la quimioterapia. Este tipo de daño, indica, afecta a los nervios y provoca calambres en las manos y los pies. «Es como cuando el cable que lleva la tensión se pela y presenta mayor riesgo de descarga eléctrica. Tengo hormigueos y se me duermen las manos y los pies; son los efectos secundarios porque el cuerpo se está intoxicando», puntualiza, recordando cómo a partir de la séptima sesión de quimioterapia notaba el cuerpo muy debilitado.

Sin embargo, su fuerza y su positividad la empujaron a seguir adelante junto el apoyo de su familia, especialmente el de sus dos hijas: «No he llorado en ningún momento. Estaba bien y tranquila, cogiendo siempre el toro por los cuernos porque tenía ganas de luchar y de vivir», señala Susana, destacando que ahora se siente fuerte. Así lo determinan también las pruebas médicas que se realiza en las revisiones periódicas, ya que, según Susana Martínez, están «perfectas». «Cada tres meses me hacen un TAC con contraste de tórax y abdomen y una analítica completa con marcadores tumorales que dan siempre negativo», subraya, incluso destaca entre risas que los resultados de las pruebas son más favorables que antes de estar enferma. Asimismo, incidió mucho en las campañas de prevención porque lo más importante, destaca, es la detección precoz de todos los cánceres, pero sobre todo el de colon y el de mama porque son los más «habituales» y los que más se curan si «los coges a tiempo».
«La prevención es esencial. La gente se piensa que nunca les puede tocar a ellos, pero no es así. Es una lotería. Por eso es importante hacerse colonoscopias y no sólo cribados para detectar otro tipo de enfermedades», afirma, haciendo referencia al gran número de mamografías y citologías que se realizan. Al respecto, señala que la demora para tratarse y operarse en la sanidad pública condiciona que la gente opte por este tipo de pruebas. No obstante, reconoce, como sanitaria en Can Misses, que la prioridad para todos los servicios siempre son los tumores en detrimento de otro tipo de cirugías. No obstante, se muestra contenta con toda la evolución del proceso que ha tenido que vivir porque se siente incluso más fuerte y, además, el tumor está en un estado de remisión. También afirma que está de voluntaria en la AECC para devolver a esta entidad todo lo que hicieron por ella desde el principio. «Es increíble todo lo que hacen por nosotros y nuestros familiar», puntualiza esta valiente mujer.