El decreto contra la emergencia habitacional del Govern balear pasará a convertirse en ley el próximo martes. | Moisés Copa

El decreto contra la emergencia habitacional del Govern balear pasará a convertirse en ley el próximo martes. A partir de entonces, este documento contendrá medidas como la que permitirá que los empresarios del sector turístico puedan construir en terrenos destinados inicialmente al negocio residencias para alquilar temporalmente vivienda a sus propios trabajadores. Una fórmula que, en el caso de Sant Josep, podría facilitar la salida de unos 250 pisos al mercado libre de alquiler, según ha explicado el alcalde, Vicent Roig, a Periódico de Ibiza y Formentera.

Roig ha señalado que las propias Normas Provisionales de Sant Josep ya preveían una medida en este sentido, que ahora se verá reforzada por la propia ley. «En Sant Josep tenemos unos 250 pisos que ahora están alquilados durante todo el año por empresas para sus trabajadores», ha explicado el primer edil, «son pisos que se utilizan entre tres y seis meses pero cuyas rentas se pagan durante todo el año. Si las empresas hacen estas residencias, esos pisos saldrán al mercado del alquiler también para todo el año».

El alcalde no teme que parte de estas viviendas puedan acabar en el mercado del alquiler turístico ilegal porque, ha señalado, «cuando esto se regule a través de la Ley de Actividades, lo tendrán más difícil». Eso sí, Roig ha dejado también claro que es necesaria una legislación que dé mayores garantías a los propietarios, algo que «ya está preparando el Govern».

El Ayuntamiento de Sant Josep, por otro lado, no contempla aplicar en este municipio las medidas iniciales del decreto contra la emergencia habitacional porque «la propia idiosincrasia» de esta población hace que no sean efectivas. Así, según ha explicado Roig, medidas como la reconversión de locales en viviendas no tienen sentido en un municipio en el que «apenas hay tejido comercial» y donde los locales comerciales se alquilan a precios muy elevados. Si se reconvirtieran en viviendas, ha añadido, «serían gestionados por el Ibavi y se alquilarían a precios mucho más bajos y eso no le interesa aquí a nadie».

Sant Josep, además, no puede adaptar tampoco la medida que permite levantar una planta más en los edificios porque buena parte del término municipal está considerado como zona de influencia del Aeropuerto. Y en núcleos como el de Cala de Bou todo son casas bajas. «Nosotros aprobaremos el acuerdo para no aplicar estas medidas», ha señalado Vicent Roig, «pero sí vamos a adaptar lo de la posibilidad de que los empresarios del sector turístico puedan hacer las residencias para los trabajadores. Serán como residencias para estudiantes y, según lo que estemos viendo, alguna podría estar ya preparada para la temporada del año que viene». El alcalde ha subrayado que esta medida, además, «no tendrá ningún coste para la Administración» y permitirá a los empresarios «explotar en cierto modo sus propiedades sin necesidad de crecer en plazas turísticas». «En Sant Josep ya hay suficientes plazas turísticas y, con esta medida, se da a los propietarios de esos suelos unos ciertos derechos», ha añadido, «es una medida que permitirá dar vivienda digna a los trabajadores de temporada y que impedirá el crecimiento».

El alcalde de Sant Josep, finalmente, ha descartado la posibilidad de que el Consistorio habilite espacios para la instalación del cada vez más elevado número de caravanas que hay en el municipio: «Son bolsas de pobreza. Los hoteleros y los empresarios buscan apartamentos para sus trabajadores. Si permitimos esto, ¿quién puede asegurar que algunos empresarios no buscarán también caravanas? No podemos tener guetos en Sant Josep. Hay empresarios que me consta que podrían tener ya construidas residencias para los trabajadores de temporada, que demostrarían su condición a través de los contratos de trabajo. Serán residencias como las de estudiantes».