Varias personas disfrutaron ayer de una visita guiada por las colmenas de Mel de Can Marí. | Irene Arango

Más de 15 personas curiosas o apasionadas por el mundo de las abejas participaron ayer en la visita guiada impartida por el apicultor Vicent Marí por sus colmenas de Mel de Can Marí.
Este experto colmenero, que también es el presidente de la Asociación de Apicultores de Eivissa, fue el encargado de explicar el funcionamiento de una colmena de abejas y de hacer un repaso del proceso de desarrollo natural de una colonia. Durante la jornada señaló a Periódico de Ibiza y Formentera que esta «práctica ancestral» se ha modernizado mucho desde los años 80. En esta época, indicó, el sector apícola era más tradicional, pero desde hace un tiempo se ha convertido en una actividad más «movilista» porque está más vinculada con los ciclos naturales.

«En la apicultura hay un antes y un después. Se dejó a un lado la practica tradicional y ahora tenemos una apicultura más movilista», insistió mientras explicaba a los presentes algunas curiosidades sobre las abejas que ha vivido como apicultor. «Un día vimos cómo varias abejas acompañaron el féretro de su apicultor fallecido y pensamos en el gran apego que le tenían, pero simplemente acudieron atraídas por el olor del ataúd, que era de madera», destacó Vicent Marí a los asistentes, los cuales iban vestidos con el traje de apicultura.

Tras varias curiosidades como ésta, este colmenero explicó las fases que componen el ciclo de vida de las abejas y el proceso de elaboración de la miel, que comienza con la recolección del néctar de las flores. También habló sobre el pan de abeja porque es muy importante para la organización de la colmena, ya que es un compuesto formado por polen, miel y una pizca de propóleos que las abejas van creando en las celdillas para alimentar a sus crías. También destacó las diferentes funciones dentro de la colmena, siendo la reina la única abeja fértil encargada de poner los huevos que formarán las nuevas generaciones. No obstante, ayer no se pudieron ver abejas reina, sólo zánganos. «Aquí hay 35 colmenas y varios núcleos; algunos muy poblados y otros no», agregó, mientras los presentes presenciaban el nacimiento de seis abejas. «Hemos visto cómo operaba la misma naturaleza, sin intervención mecánica», apuntó.