Son las 11 de la mañana y cerca de 40 payesas molt endiumenjades ocupan los primeros bancos de la iglesia del Puig de Missa, en Santa Eulària. Entre los asistentes al oficio religioso se respira un ambiente de fiesta. Es Es Primer Diumenge de Maig, una jornada especial para los vecinos de la localidad y para muchos residentes en la isla y visitantes. «¡Qué bien que estamos aquí todos juntos!», comienza diciendo el obispo Vicent Ribas.

Durante su sermón, recuerda además el origen de esta celebración y destaca que se trata de «una fiesta de acción de gracias» ya que, a pesar del derrumbe de una vieja capilla situada sobre un acantilado, «nadie peligró». Curiosamente, decenas de feligreses acababan de salir de misa. «Año tras año decidimos celebrar esta fiesta de acción de gracias que reúne a gente de toda Ibiza, de Formentera, y a gente que viene de fuera», reitera.

El obispo habla de la subida a Sa Creu d´en Ribes, que se celebró el pasado viernes y que tiene un también un origen de leyenda, y todo lo enlaza con la importancia del rosario en la fe católica, sobre todo cuando alguien atraviesa un mal momento. Continúa el oficio y los asistentes a la misa rompen a aplaudir cuando el coro parroquial finaliza el canto del Aleluya. A un lado del altar destaca una imagen de Nuestra Señora del Rosario ataviada con una auténtica emprendada ibicenca. Terminada la misa, continúa la celebración con la actuación de Es Broll. Incluso la alcaldesa Carmen Ferrer se anima a fer una llarga invitada por uno de los balladors de la conocida colla ibicenca. Si como todos los años Es Puig de Missa es uno de los epicentros de la celebración de Es Primer Diumenge de Maig, la plaza España y alrededores no lo son menos. Centenares de personas asisten a las inauguraciones de las distintas exposiciones incluidas en las fiestas: la muestra de flores y plantas en el Teatro España o la exposición de coches personalizados junto al pabellón municipal.

El esperado desfile de coches y motos antiguas, de caballos y carros completa la mañana festiva que termina, una vez más, con ball pagès frente al Ayuntamiento, y no sólo con Es Broll, sino también con decenas de balladors y balladores procedentes de todos los municipios de Ibiza. Los turistas que estos días visitan Santa Eulària –así como muchos residentes– no dan abasto para, teléfono en mano, fotografiarlo todo.

«Esta foto se va para Cuba y que mi hermano vea los trajes tradicionales de la isla», comenta una señora mientras se fotografía con tres payesas. Una vez más, Santa Eulària demuestra el tirón de lo tradicional a la hora de atraer a miles de personas a la localidad para disfrutar del Primer Domingo de Mayo, pero queda mucha jornada por delante y la fiesta no ha hecho más que empezar.