Fomento pide más control sobre el alquiler de pisos a turistas, que es ilegal. | Arguiñe Escandón

Fomento de Turismo de Ibiza aplaudió ayer la colaboración entre las instituciones y el sector privado a favor de la sostenibilidad turística, trasladando también su apoyo a las medidas que puedan impulsarse para combatir la oferta ilegal.

En este sentido, y a través de un comunicado, desde Fomento de Turismo consideraron «imprescindible» diferenciar la oferta turística reglada del intrusismo y de la actividad ilegal que, camuflada como ‘economía colaborativa’, tensiona el mercado de alquiler, dificulta el acceso a la vivienda y provoca la saturación de servicios e infraestructuras. También destacaron la necesidad de regular y regularizar la entrada de vehículos en la isla celebrando «los pasos que los distintos partidos políticos están dando al respecto».

«Es el momento de controlar el número de coches que entran a Ibiza por vía marítima a lo largo del año; de restringir la entrada de caravanas sin reserva de plaza en los tres campings existentes en la isla de Ibiza; de contrastar el número de VTC que vienen desde Mallorca y de ponerle tope al número de coches de alquiler que llegan», insistieron.

Además, aseguraron que la de Ibiza siempre ha sido una sociedad «agradecida y hospitalaria» que reconoce el valor fundamental del turismo para su economía. Con todo, es necesario reflexionar y consensuar medidas con la implicación y aportación de todos los agentes sociales, iniciativas que deben ser tomadas bajo un marco de responsabilidad y basadas en criterios y parámetros de datos contrastados, según insistieron desde la entidad.

En su exposición, los responsables de Fomento de Turismo recordaron que, según algunos barómetros, más del 40% de turistas españoles se alojó en Ibiza en la oferta no reglada o ilegal. Además, según datos del IBESTAT (Instituto de Estadística de las Islas Baleares), a 5 de enero de 2023 había 151.800 personas en la isla, mientras que el 9 de agosto la cifra aumentó hasta las 341.000.

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Si se tiene en cuenta que el número de viajeros que trae el turismo a la isla de Ibiza sigue siendo muy parecido al de hace una década, que el cupo de habitaciones contratadas es prácticamente el mismo y que el total de plazas turísticas regladas en Ibiza no llega a las 100.000, puede concluirse que casi otras 100.000 personas se alojan en alojamientos no reglados, lo que también implica otros servicios.
«Estamos asistiendo a una falsa ‘economía colaborativa’ de la que muchos se aprovechan para alquilar inmuebles a turistas de forma ilegal, lo que ha derivado en el consabido problema existente de falta de vivienda. Una actividad ilícita que no suma nada positivo a la isla y que tiene como único objetivo el beneficio económico personal con un dinero que, nos tememos, generalmente no se declara», relataron desde Fomento.

La entidad apostó así por un turismo que sea beneficioso tanto social como económicamente y para ello es «prioritario» abogar por la calidad frente a la cantidad. También, quisieron animar a las formaciones políticas a buscar consensos y a seguir trabajando contra la lacra que supone la oferta ilegal y el intrusismo en el sector.

En un momento en el que se debate sobre la posible saturación de la isla, desde Fomento afirmaron en su escrito que «estamos saturados, saturados de oferta ilegal, de intrusismo, de disertaciones contra la gente que lo hace bien, de críticas al sector turístico y de las dificultades que todo tipo de profesionales del sector público y privado, indispensables para nuestra sociedad, encuentran para poder vivir en las islas».

«Esto va en contra de la saturación que provoca la oferta ilegal, no del turismo», concluyó.


La CAEB

Desde CAEB Pitiusas, el vicepresidente José Antonio Roselló destacó la necesidad de establecer una metodología «muy seria y rigurosa» para analizar a fondo la situación actual en las islas y las medidas a adoptar, principalmente después de que haya sido presentado el Pacto Social por la Sostenibilidad. Al manejar dicha metodología, se evitará tomar decisiones «a golpe de ocurrencia».

«Es un tema muy delicado. Seguramente, tendremos que proponer medidas de modulación suave y debe hacerse sin que la economía resulte afectada. Vamos bien orientados, siempre y cuando hagamos bien el trabajo», insistió.