Noche del domingo 28 de mayo de 2023. El PP ha instalado su cuartel general en el Centro Cultural de Jesús para recibir los resultados de la convocatoria de elecciones municipales e insulares. Las perspectivas son muy positivas. El desgaste del PSOE y sus formaciones satélite es evidente. Pero la victoria, en esto de la política, no puede darse nunca por hecha. Con los números ya en la mano, al borde de la medianoche los populares saben ya que han ganado la cita electoral. Y, en algún caso y empleando términos futbolísticos, por goleada.

Con nada menos que 15 de los 25 concejales en juego en Vila, Rafa Triguero se hacía con el Gobierno de la capital de la isla, dejando al PSOE del denostado Rafa Ruiz con tan solo siete ediles y a Podemos al borde de la desaparición con una única concejal. Vox entraba por primera vez en el Consistorio con dos concejales. Un año más tarde, Triguero asegura que el resultado fue «totalmente inesperado». Y añade: «Pero seguimos estando muy orgullosos por el respaldo que nos han dado los ibicencos, que vieron nuestro proyecto cono la mejor opción. Este año ha sido muy intenso y ha estado cargado de ilusiones, pero también de compromiso para poder afianzar nuestro proyecto y desarrollarlo en los tres años que quedan de mandato».

Triguero, como el resto de alcaldes de la isla, tomó posesión del cargo el sábado 17 de junio y el lunes a primera hora empezaba a saber lo que significa ostentar el bastón de mando consistorial. En estos 12 meses el alcalde ha hablado mucho de «modelo de ciudad», que es lo que, asegura ahora, ha «ocupado y preocupado» a todo su equipo de Gobierno. «Encontramos un ayuntamiento totalmente desorganizado, con falta de estructura, falta de criterio… y hemos tratado de ordenar para, a partir de ahí, estructurar el modelo de ciudad y poder ejecutar las políticas y las inversiones que vamos a llevar a cabo», explica, «después de muchos meses de trabajo se están viendo resultados en el orden de la bahía de Talamanca o de Figueretes, el orden en los estacionamientos, en la carga y descarga, y en algo que es tan fundamental como la vivienda. En este punto tenemos claro que hay que meter mano a los pisos que se alquilan en el ámbito turístico».

La vivienda es el gran quebradero de cabeza para todos los gobiernos de Ibiza en estos momentos. En el caso de Vila, se ha activado una unidad contra el intrusismo en la Policía Local que ya ha comenzado a actuar en colaboración con el Consell y Triguero recuerda que están a la espera de que el Govern balear legisle para que los consistorios puedan afrontar este problema como actividad económica. La unidad municipal buscará primero «persuadir y luego sancionar una actividad que está dificultando las cosas a personas que están buscando una vivienda habitual y no la encuentran», señala el alcalde. Todo porque «ha sido más fácil especular durante la temporada turística en lugar de sacar esos pisos al parque de alquiler durante todo el año».

Triguero se siente especialmente orgulloso del trabajo llevado a cabo en la calle, solucionando «los pequeños problemas» de los residentes en Vila. Tanto él como los concejales de se equipo se reúnen de forma habitual con todo tipo de entidades. Y, además, se ha buscado reaccionar más rápido a las denuncias recibidas a través de la Línea Verde. «Yo tengo mi despacho institucional en el CETIS», afirma el alcalde, «pero también en la calle porque quiero estar en contacto con los vecinos, los comerciantes, los turistas, para conocer la realidad de lo que está sucediendo en Vila». Lo mismo hace el resto de concejales, que tienen como «compromiso y directriz» el «estar a pie de calle para tener la amplitud y la visibilidad necesarias para solucionar los problemas reales de la gente».
En el capítulo de lo negativo, Triguero hace autocrítica por aquellos puntos que no ha logrado solucionar en estos meses. En este sentido, se refiere sobre todo a la lentitud con la que sigue operando la Administración y frente a la que el alcalde reclama «simplificación administrativa». No está tampoco contento con la falta de concienciación ciudadana con respecto a la necesidad de mantener limpia la ciudad y piensa que Vila puede aún rebajar aún más la presión fiscal sobre los residentes.

En Sant Josep, el PP lograba sacar al PSOE y a Unidas Podemos del Gobierno municipal de la mano de Vicent Roig, un alcalde que, 12 meses después, sigue afirmando que está viviendo «una de las mejores épocas» de su vida. En la anterior legislatura, Roig fue conseller del equipo de Vicent Marí y hoy, desde el Ayuntamiento de Sant Josep, tiene claro que ser alcalde «ha sido un paso de gigante porque pasas de estar en un equipo a liderarlo». «Para mí es una pasada poder ser alcalde de mi municipio», asegura convencido.
Roig llegó al Consistorio en un momento convulso. Cuatro días antes de tomar posesión, el anterior alcalde, el socialista Ángel Luis Guerrero, era detenido por presuntos delitos de corrupción urbanística y las instalaciones municipales se convertían en escenario de un registro por parte del SEPPRONA y la UCO. Todo aquello provocó, entre otras cosas, que el traspaso de poderes se hiciera en unas condiciones poco habituales. «A la alegría de haber ganado las elecciones, de habernos quedado a las puertas de la mayoría absoluta, de poder gobernar, le siguió aquel chaparrón», recuerda Vicent Roig hoy, «eso nos confirmaba lo que nosotros sospechábamos, que había habido un descontrol y desbarajuste absolutos en el departamento de Urbanismo. Y esto afecta muy directamente a la gestión municipal».

A esta situación se sumó otro obstáculo: «Había un desbarajuste absoluto en el tema de los fondos europeos. Nos costó meses poder encontrar toda la documentación porque tampoco se nos había hecho un traspaso como tocaba a la hora de entrar a gobernar. Pero la lectura positiva es que, a pesar de todo, hemos estado al lado del pueblo de Sant Josep durante todo este año, que estamos poniendo orden, que ya sabemos lo que tenemos entre manos, que somos un equipo cohesionado y del pueblo, trabajadores, y que nos estamos dejando y nos dejaremos la piel por Sant Josep».
Para Roig, es importante haber logrado poner orden en el departamento de Urbanismo y solventar los graves retrasos que había en cuestiones como «los finales de obra, los certificados urbanísticos y los de existencia de infracción urbanística». «Ahora estamos intentando acortar al máximo los plazos de autorizaciones y licencias», señala el primer edil.

El alcalde josepí está satisfecho por este primer año de gobierno pues se han llevado a cabo proyectos importantes para el municipio como el asfaltado de algunas calles de Cala Vedella, el incremento de la plantilla de la Policía Local, la activación de la unidad de vigilancia ciudadana, que operará en Cala de Bou y Platja d’en Bossa o la finalización de la reforma del edificio de Protección Civil. «Hay muchas más cosas», concluye, «y poco a poco iremos haciendo aún más».

Muchas expectativas generó aquel 28 de mayo la nueva alcaldesa de Sant Joan, la también popular Tania Marí. Y es que sustituir al histórico Toni Marí Carraca al frente de este consistorio no resulta fácil. Sin embargo, la de Portinatx ha cumplido con creces y ha dedicado estos 12 meses a modernizar el Ayuntamiento, agilizar la ejecución de los proyectos, adjudicar otros nuevos y lograr algunos hitos que los residentes en el municipio consideran históricos. «Sustituir a Toni Carraca no era nada fácil», comenta después de un año como alcaldesa, «no solo por su extraordinario tirón electoral sino porque ha sido el alcalde que ha cambiado la realidad de nuestro municipio. El listón estaba muy alto, pero nos estamos empleando a fondo para ejecutar proyectos que estaban pendientes y para poner en marcha muchos otros que podremos ver en el futuro». Marí, además, pasó de ser diputada en el Parlament a coger el bastón de mando de Sant Joan. Dos funciones que tienen poco que ver. «Ser concejal o alcalde requiere de un mayor sacrificio e implicación», explica la primera edil de San Joan, «pero también es más satisfactorio por el contacto directo con los ciudadanos y porque uno puede presenciar in situ los proyectos que se llevan a cabo».

En su balance de este primer año de mandato, Marí destaca medidas como «el traspaso histórico al Govern de la depuradora de Portinatx, la redacción del proyecto del vial J en Sant Miquel, la de la futura escoleta de Sant Llorenç y la puesta en marcha de la nueva contrata de limpieza». Además, recuerda, «se ha reforzado la brigada de mantenimiento y se ha apostado por el refuerzo del departamento de urbanismo con una nueva letrada y un arquitecto externo». Todo ello en un municipio de algo más de 7.000 habitantes, con cuatro parroquias, una gran extensión territorial y una población dispersa. Marí, además, ha vuelto a abrir el mercadillo, ha implantado la Línea Verde, ha creado una feria gastronómica para cada pueblo, ha activado la reforma de la escoleta de Sant Miquel y ha puesto en marcha la demolición del antiguo parque acuático de Portinatx, entre muchos otros proyectos.

La alcaldesa tiene claro que «el liderazgo es esencial para que una administración camine, pero, sin el engranaje de sus ejes, que son los empleados públicos y el resto de concejales, no se puede avanzar». Y concluye: «Vamos a seguir escuchando a todos los vecinos para dar cobertura a sus peticiones y vamos a ser exigentes con el resto de instituciones para hacer valer nuestro municipio».
En Sant Antoni, Marcos Serra lograba hace un año mantenerse al frente del Ayuntamiento. La diferencia con respecto a 2019 es que lo hacía con mayoría absoluta. Algo que le ha permitido disfrutar mucho más ahora que en el anterior mandato, cuando su gobierno estuvo sometido a los vaivenes del PI. «Los primeros días llegaba al Ayuntamiento con más alegría y con más ganas», dice hoy riéndose, «en el anterior mandato, veías que te ponía pegas y problemas a cosas que eran buenas para el municipio. Se te quitaban las ganas porque eso acaba minando a cualquiera. Ahora yo tengo mi propio equipo, estamos haciendo nuestros proyectos y, tal y como dijimos en campaña, nos estamos enfocando mucho en la obra pública que no pudimos hacer en la pasada legislatura».

De entre los proyectos ya realizados o en marcha, Serra destaca el embellecimiento del casco urbano de Sant Mateu, la modernización del campo de fútbol de Can Coix, el de asfaltado de calles y carreteras y el del SATE, que abrirá sus puertas próximamente en s’Arenal. Además, Serra se ha volcado especialmente en la reconversión del West End, con peatonalización de calles, incremento de la seguridad y diferentes tipos de ayudas para aquellos propietarios de establecimientos con licencia musical que quieran cambiar a restaurante o comercio. Esta semana el Consistorio aprobará una partida de 1 millón de euros «a fondo perdido» para estas ayudas, que Serra espera que tengan una buena acogida.

«El West End», deja claro el alcalde, no se soluciona en un solo frente. Obra pública, ayudas, intervenciones como la de Okuda, que se llevará a cabo después del verano. Cultura, seguridad, limpieza, obra pública, ayudas y reforma de fachadas con subvenciones. Con estos frentes es con los que trabajamos en el West y esperamos que, con los años, cambie y sea una zona más amable con los vecinos, con más comercio y con una oferta más diversificada y diurna».

La falta de vivienda a un precio asequible es el tema que más preocupa en estos momentos a Serra. Por ello, el Consistorio ha aprovechado la nueva Ley de Vivienda balear para incentivar a los propietarios de edificios inacabados y fuera de ordenación a que levanten una planta más, que se destinará a vivienda de alquiler asequible. Ligado a este proyecto se encuentra, además, el de embellecimiento del municipio, para el que ya se han puesto las bases mediante una modificación puntual que será aprobada esta semana y que, entre otras cuestiones, regula que los edificios que se construyan a partir de ahora deberán ser blancos o en colores arena.
Para Serra este año ha sido intenso pero también ha tenido que afrontar situaciones de desgaste como la tardanza en la tramitación de los proyectos que le gustaría ejecutar con más rapidez. «El asfaltado que aún estamos ejecutando tendría que haber estado acabado en mayo de 2023», explica, «todo se retrasa mucho pero, en general, yo soy bastante positivo. En este primer año soy optimista porque puedo trabajar a gusto con mi equipo, sin palos en las ruedas y se están sacando muchas cosas adelante».

El 28 de mayo de 2023 nadie dudaba de que Carmen Ferrer volvería a ser elegida alcaldesa. Ferrer se mantiene al frente del Consistorio de la Villa del Río con un sinfín de proyectos en cartera y con otros que ha logrado ya poner en marcha tras un mandato, el de 2019, condicionado por la pandemia. Para Carmen Ferrer lo mejor de este primer año de gobierno ha sido «poder terminar proyectos muy bonitos como el de la Escuela de Música o el paseo de es Caló de s’Alga». «Son proyectos que se habían iniciado y que les hemos dado el empujón definitivo», señala. Y recuerda que su equipo de Gobierno tiene, además, un «compromiso» con los residentes de Santa Eulària para avanzar en áreas tan importantes como las de movilidad, conciliación y vivienda. «Son temas muy importantes que llevan mucho trabajo y que ahora hemos cogido toda esa base y les hemos dado el empujón inicial», explica la alcaldesa y pone como ejemplo las dos nuevas escoletes del municipio y la peatonalización de Sant Carles.

«Son proyectos importantes que cuesta arrancar en un municipio como el nuestro pero ya lo hemos hecho y serán una realidad esta legislatura», asegura Carmen Ferrer a la hora de hacer balance sobre estos primeros 12 meses de mandato. Como en el resto de la isla, la vivienda es su principal quebradero de cabeza. Pero Ferrer ha cogido el toro por los cuernos y se ha puesto como meta conseguir que en Santa Eulària haya vivienda de alquiler a precio asequible. Para ello, el Consistorio aportará dos terrenos, unos 5.000 metros cuadrados, con el fin de levantar unos 240 pisos de alquiler asequible destinados a jóvenes y familias. «Ahora estamos redactando los pliegos y queremos sacarlo a concurso a finales de este año o principios de 2025», asegura Ferrer, «una empresa los construirá y se alquilarán al precio acordado. Después esas viviendas volverán al Ayuntamiento». A esto se suma, además, la lucha contra el alquiler turístico ilegal. Al igual que el resto de ayuntamientos, Santa Eulària ha activado una unidad dentro de la Policía Local que luchará contra esta lacra. Además, Ferrer considera que en esta lucha han de implicarse los ciudadanos y por ello recuerda que, a través de la Línea Verde, es posible denunciar los alquileres turísticos ilegales.

En este primer año de mandato, Ferrer admite que solo una cosa le está costando y es el proceso de estabilización de la plantilla de trabajadores del Consistorio. La alcaldesa explica en este sentido que el Ayuntamiento cuenta con un equipo de trabajadores formado por «personas muy comprometidas» por lo que el proceso «es difícil en la parte humana». Y, aunque cree que todos podrán quedarse en sus puestos de trabajo, reconoce que aquellos que tienen que examinarse para ello viven una situación de «incertidumbre que hace que no sea satisfactorio al cien por cien para la persona». «En todo lo demás», finaliza Carmen Ferrer, «es trabajo e intentar resolver los problemas lo mejor posible».
Triunfador de aquella noche fue también el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, que retuvo la institución para el PP y, además, con mayoría absoluta. Su proyecto de gobierno, recuerda este presidente caracterizado por su búsqueda incansable del diálogo y el consenso, se basa en tres ejes: sostenibilidad, atención a las personas y mejora continua de las infraestructuras insulares. El presidente vincula estrechamente la sostenibilidad a la industria turística porque «hay que recordar que el 90% de nuestro PIB depende de quienes eligen Ibiza como destino, es decir, de manera directa o indirecta, prácticamente toda la isla vive del turismo». De ahí la importancia que da a haber logrado, en tan solo un año, llevar hasta el Parlament la iniciativa legislativa para poder regular la entrada de coches y caravanas en Ibiza. «Debemos tomar medidas antes de que la situación se vuelva del todo insostenible», advierte Vicent Marí.

El presidente es consciente de que de nada servirá esta limitación sin un sistema de transporte público adecuado. Por ello en este primer año de gobierno se ha trabajado en los pliegos de condiciones para esta adjudicación, que saldrá en breve a licitación. «El trabajo se ha hecho», explica, «y tenemos la esperanza de que se pueda adjudicar antes de que acabe este año».

Marí pone también especial énfasis en el PIAT, un plan que fijará el techo de turistas que puede asumir la isla y que se llevará a cabo «con el máximo consenso, permitiendo participar a patronales, sindicatos, sociedad civil y asociaciones proteccionistas porque de lo que se trata es de que este documento sea un proyecto de toda la isla, como se ha hecho con la modificación número 2 del PTI, que tramita el Consell». Esta modificación, recuerda el presidente, «fija criterios de sostenibilidad a varios niveles» y establece medida como la de la prohibición del alquiler turístico en suelo rústico.
En lo que a la atención a las personas se refiere, Vicent Marí se muestra «especialmente orgulloso» de las mejoras en las que se trabaja para los menores tutelados por el Consell. Y es que ya se ha aprobado la creación del primer centro de Baleares especializado en menores con problemas de conducta. Además, la atención a los menores extranjeros que llegan a bordo de pateras mediante la «nueva estructura en unidades verticales», en donde encuentran «un ambiente mucho más familiar y más amable» que en un centro. Este año, el Consell ha destinado a estos objetivos un presupuesto de 5,3 millones de euros.

En cuanto a las infraestructuras, Vicent Marí destaca en este balance el «enorme esfuerzo» que está llevando a cabo el Consell, con «obras en marcha, obras a punto de empezar obras que queremos empezar en breve». «Todas ellas», afirma, «mejorarán la vida de nuestros residentes porque todas tienen una finalidad y una utilidad».