La primera jornada de la huelga indefinida realizada por el servicio de limpieza del aeropuerto de Ibiza se vivió ayer con relativa tranquilidad. La suciedad no se acumuló hasta final del día y los baños estuvieron controlados por miembros de seguridad para evitar movilizaciones de los trabajadores.

El paro, convocado por el sindicato Comisiones Obreras (CCOO), está secundado por el total de la plantilla, que ayer ya no pudo cumplir los servicios mínimos establecidos por el Ministerio de Fomento por la baja de algunas trabajadoras que sufren «depresión o ansiedad», según detalló el secretario general de la Federación de Construcción y Servicios de CCOO de Baleares, Miguel Pardo, que estuvo en Ibiza dando apoyo a la protesta y denunció las «presiones» que reciben para limpiar la terminal ibicenca. En concreto, solo había una empleada trabajando de las tres que tenía que hacer el turno de la mañana, mientras que en los servicios mínimos de la tarde faltaba uno de los dos que estaban establecidos.

Para Pardo son servicios mínimos «excesivos» que decidieron hacer por «el bien de los pasajeros», ya que a Aena «parece que les da igual» cuando la imagen que se está dando de Ibiza «es vergonzosa». Además, lamentó que «todo el mundo se preocupa de los servicios mínimos, pero nadie se preocupa de que no tienen para comer». En este sentido, hizo un «llamamiento» al director del aeropuerto, al Consell d'Eivissa y al Govern balear para que intervengan en esta situación y sean «corresponsables» de lo que está pasando, que definió como de «emergencia social».

Según Pardo, que Aena y el Consell digan que la nueva empresa empezará en dos o tres semanas «no dará de comer a los trabajadores». «Hasta junio nos vamos a morir de hambre», destacó el portavoz de CCOO que advirtió que al final se tendrán que instalar con «tiendas de campaña» para que les hagan caso.

De momento, la medida que han tomado los trabajadores es instalarse en la puerta de salidas del aeropuerto con banderas de CCOO y una «caja de resistencia» para recaudar alimentos o donaciones. «Lo único que nos queda es pedir ayuda, no hay otra salida», lamentó el sindicalista, que apuntó que cuatro personas ya han pedido ayuda en bienestar social, aunque no es la «solución» porque «tardan mucho». También agradeció el «gesto» de Guanyem tras donar 5.000 euros a los trabajadores.

La vicepresidenta del Consell d'Eivissa, Viviana de Sans, también estuvo por la mañana en el aeropuerto hablando con las trabajadoras y aseguró que ha habido un «error de comunicación» porque al Consell no le constaba que los trabajadores estén en huelga indefinida, por lo que aún no se habían establecido los servicios mínimos en los tres centros dependientes de la institución insular afectados por esta situación (residencia Cas Serres, centro de atención a la dependencia y Llar d'Eivissa). «Vamos a negociar con los sindicatos los servicios mínimos y a hacer los trámites como tocan porque he de confesar que no se han hecho», apuntó De Sans, que explicó que ya se ha adjudicado el servicio a una nueva empresa, que empezará en dos o tres semanas y que subrogará a la plantilla actual.

La vicepresidenta aseguró que es una situación «complicada» porque desde la administración no pueden asumir los salarios porque es «inviable» y «ni siquera está contemplado en la fianza inicial que paga la empresa cuando acepta la contratación». Para De Sans se trata de una situación «vergonzosa» y «generalizada» que viene dada «por la privatización de los servicios públicos» y por el funcionamiento de la administración en la contratación pública «que adjudica a las ofertas más bajas económicamente y después la empresa lo intenta recuperar con una disminución de personal y salarios».

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Respecto a los servicios mínimos, una de las trabajadoras de Cas Serres, Jalila El Khattabi, apuntó que es difícil hacer servicios mínimos porque son un total de ocho trabajadoras para los tres centros y prácticamente solo hay una en cada turno. En su caso, divorciada y con un hijo, manifestó que su situación es «muy mala» porque tiene dificultades para pagar el alquiler.

Por su parte, Miguel Pardo criticó la actitud del Consell d'Eivissa por decir que «no sabían que había huelga, cuando está convocada legalmente».

El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas Agustinet también se acercó al aeródromo ibicenco para expresar su «solidaridad» a los trabajadores y aseguró que es una situación «lamentable» en una isla «donde la abundancia siempre destaca». El edil explicó que hace semanas se puso en contacto con el director del aeropuerto y le explicó las dificultades para «deshacer» este tipo de contratos.

Los 40 trabajadores del aeropuerto de Ibiza y los ocho de los centros dependientes del Consell d'Eivissa protestan por el impago de dos mensualidades y una paga extra de la empresa concesionaria KLE Servicios Integrales, que ha entrado en concurso voluntario de acreedores por sus deudas con la administración. Aena ya anunció el rescate de la concesión del servicio de limpieza y el inicio de un expediente transitorio para adjudicar de nuevo este servicio de manera urgente.

LA NOTA

Guanyem Eivissa dona 5.000 euros a las trabajadoras

La formación Guanyem Eivissa se acercó ayer al aeropuerto de Ibiza para hacer una donación de 5.000 euros a los trabajadores del servicio de limpieza porque entienden que tienen que «estar al lado de la clase trabajadora» y es «una situación de urgencia». El portavoz del partido en Sant Josep, Fran Ramirez, explicó que el dinero sale del remanente de los salarios de los cargos públicos del partido, que por código ético no pueden cobrar más de 2.200 euros. Para Ramírez debe servir de «referente» para que otros partidos, empresas o ciudadanos colaboren también en esta causa.