Francina Armengol y Gabriel Company protagonizaron ayer su primer cara a cara parlamentario sin apenas salirse del guion previsto: reproches de ella por su pasado como conseller del Bauzá de los recortes y la confrontación, y críticas de él a la radicalidad y «sectarismo» de la presidenta. Y, pese a lo que se podía esperar en un principio, el debate fue moderado y, en algunos momentos, incluso hubo guante blanco, especialmente cuando tocó hablar del REB y de la financiación.

Era la primera vez que el líder del PP intervenía en el Parlament tras su elección como presidente de los ‘populares' y en una sola intervención se convirtió en protagonista indiscutible de la sesión. Fue protagonista no tanto porque articulara un discurso brillante sino porque consiguió que todos los portavoces de los partidos del Pacte terminaran dirigiéndose a él en lugar de a Armengol. Lo hicieron Alberto Jarabo (Podemos), David Abril (Més) y Nel Martí (Més per Menorca).

Mano tendida

En su primera intervención, Company comenzó anunciando a Armengol que había acudido con la intención de tender la mano para que la presidenta abandone el «sectarismo» y el radicalismo. «Presume de diálogo, pero persigue a quien no piensa como usted y Balears no se merece una presidenta que se junta con radicales que se saltan las leyes», dijo. Company emplazó a Armengol a responder si estaba o no en el marco constitucional.

La cuestión catalana planeó durante la intervención de Company: aseguró que un Govern del PP jamás consentirá que se celebre un referéndum ilegal en Balears y fue especialmente incisivo en este asunto en el turno de réplica. Pero también aprovechó para reprochar a la presidenta su silencio ante los problemas judiciales derivados de los contratos de algunas conselleries de Més a su jefe de campaña.

«¿Qué diría de nosotros si fuera al revés?», se preguntó. Company incidió en la delicada situación en la que se encuentra Biel Barceló y en la imputación del portavoz socialista, Andreu Alcover, pero precisó que él los considera «presuntos inocentes» a diferencia de lo que sucede con las imputaciones de miembros del PP, a quienes directamente se les tilda de «presuntos culpables».

Company también reprochó a la presidenta que, con 1.000 millones más de presupuesto que el anterior Govern, siga habiendo aulas en barracones. «No saben gestionar el éxito», señaló. Pidió a la presidenta que se instalara en la «centralidad política» y le tendió la mano para aprobar los Presupuestos si incluía una congelación de la ecotasa y una bajada general de impuestos de sucesiones y patrimonio. También le emplazó a que cambie su política turística y le acusó de haber dejado el turismo en manos de un partido antiturismo. «Hablemos, deje la radicalidad y lleguemos a acuerdos», señaló.

La intervención de Company sorprendió por su tono moderado y la respuesta de Armengol también se mantuvo en esta línea, pese a los reproches constates a su pasado. La presidenta le recordó que formaba parte del Govern de los recortes y del que echó 100.000 personas a la calle para protestar por la política educativa.

Durante buena parte de su respuesta, Armengol emplazó a Company a que aclarara la postura de su partido en temas esenciales como el alquiler vacacional, la ecotasa, el ‘todo incluido' o la exigencia de catalán en la Administración, sin obtener respuesta del diputado del PP.

Rechazó la oferta de pacto fiscal de Company porque su modelo fiscal es que pague quien más tiene y le pidió apoyo en Madrid para aprobar el REB y la financiación: «Deje de defender los sermones de Montoro».

La presidenta hizo una defensa encendida de las políticas sociales que ha puesto en marcha su Govern, recuperando derechos cercenados por el ejecutivo de Bauzá. En referencia a Catalunya, se enfadó con Company por su sugerencia de que no apoya la democracia. «La Constitución es una ley que hacen los políticos y que los políticos pueden cambiar», dijo.

EL DEBATE POR TEMAS

Catalunya y la posibilidad de un referéndum en Balears

El líder del PP insistió en reclamar a Armengol que se mostrara a favor de aplicar el artículo 155, sin mencionarlo, para solucionar el problema catalán. La presidenta aseguró que defiende la Constitución, pero abogó por su reforma y por el diálogo.

Propuesta de acuerdo en materia de impuestos

Gabriel Company pidió a la presidenta que apruebe una bajada de impuestos y que reduzca a ecotasa, pero Armengol defendió la política tributaria del Govern, con mayor carga impositiva a las rentas más altas, que persigue redistribuir riqueza en las Islas.

Entre 1.000 y 740 millones más de Presupuesto

Si en algo insistió Company a lo largo de su intervención es en que Armengol podrá aplicar todas las políticas sociales anunciadas porque dispondrá de 1.000 millones más que el anterior Ejecutivo. Armengol le contestó que no son 1.000, sino 740 millones.

Company saca los contratos de Més; Armengol, la Gürtel

Aunque la corrupción no ocupó un espacio central en el debate. Company reprochó a Armengol la doble vara de medir con los contratos de Més. La presidenta le contestó recordando que un fiscal asegura que el PP se lucró con la trama Gürtel.