Rafa Ruiz visitó la zona de obras con la consellera Bel Busquets y el presidente Vicent Torres. | MARCELO SASTRE

El Consell d’Eivissa descarta, por ahora, declarar alguna zona turística de la isla como madura después de que Ibiza y Formentera se hayan quedado fuera de los 57 millones de euros que el Govern balear ha pedido al Ministerio de Industria, al no contar con núcleos turísticos declarados maduros.

Así lo explicó ayer el presidente de la máxima institución insular de Ibiza, Vicent Torres, quien dijo que se pueden presentar proyectos sin que haya declaración de zonas turísticas maduras. Torres añadió, además, que para que una determinada zona sea declarada «turística madura» primero lo tiene que pedir el Ayuntamiento del que forme parte el territorio.

Asimismo, señaló que cuando se declara una zona como turística madura se pueden realizar una serie de intervenciones en los hoteles, como por ejemplo, aumentando las plazas, lo que tiene que ser primero estudiado por las administraciones.

Alejandra Ferrer, consellera de Turisme de Formentera, aseguró que ésta fue la razón fundamental por la que el Consell de Formentera no declaró es Pujols, ni ninguna otra región de la isla, como turística madura. «Pensamos que podemos presentar nuestros proyectos sin declararlos zona turística madura», argumentó Torres.

En referencia a Sant Antoni y el proyecto de remodelación del municipio, el presidente dijo que había hablado con Bel Oliver, secretaria de Estado de Turismo en Balears. «Creo que en un futuro podremos pedir financiación estatal», afirmó y añadió que «tener un proyecto para remodelar una determinada zona no quiere decir que tenga que ser declarada como madura». «A través del PIAT (Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos) también señalaremos algunas zonas que se tienen que remodelar», insistió. Concretamente, el proyecto de Sant Antoni durará hasta el año 2030, para el que se ha aprobado un convenio de 1,5 millones de euros.

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Inversiones
La vicepresidenta del Govern balear, Bel Busquets, defendió que el Ejecutivo autonómico se había implicado, a través del impuesto de turismo sostenible, con la inversión de 50 millones de euros de los 200 millones de euros recaudados. «41,6 millones corresponden a Ibiza y 8,4 millones corresponden a Formentera», aseveró Busquets. Inversiones que están relacionadas con la formación laboral turística (Escuela de Hostelería de sa Coma); inversiones culturales (la restauración de vidrios y cubiertas de la Catedral), inversiones relacionadas con la naturaleza, como la recuperación de la flora pitiusa, etcétera.

«Con la secretaria de Estado de Turismo, Bel Oliver, hemos revisado todos los convenios que habían quedado parados con el anterior Gobierno de Rajoy. Y en estos momentos, que se están negociando los Presupuestos Generales del Estado, hemos pensado que es oportuno para hacerlo», esgrimió Busquets. «Además, hemos puesto sobre la mesa unas inversiones en zonas declaradas maduras en las playas de Palma y Calvià, tomando como ejemplo las Islas Canarias, que ya tienen estos convenios de inversión», concluyó.
Preguntada sobre la posibilidad de que el Govern ponga financiación para la remodelación de Sant Antoni, independientemente de que sea declarada como zona turística madura, Busquets no cerró la puerta, aunque dijo que la idea no estaba sobre la mesa.

Ses Figueretes
El Ayuntamiento de Eivissa aseguró ayer por la mañana, en una visita al paseo de ses Figueretes para comprobar el estado de las obras de reforma, que éstas «cumplen con los plazos previstos», después de haber hablado con operarios de la UTE, formada por las empresas Tecopsa-Hermanos Parrot, encargada de ejecutar la obra.

«Es una de las obras más importantes de los últimos 25 años», afirmó el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, quien estuvo acompañado de Joan Ribas, primer teniente de alcalde y de la concejala de Urbanisme, Elena López. El proyecto de reforma cuenta con la aportación económica del Ayuntamiento de Vila (1.868.067 euros), el Consell d’Eivissa (865.067 euros) y el Govern balear (2.595.201), en este último caso, a través de la ecotasa. En este sentido, Ruiz defendió que el impuesto de turismo sostenible puede contribuir a la financiación de obras como la del paseo marítimo. «Los progresistas pensamos que este impuesto es necesario y la nueva imagen que tendrá ses Figueretes será un ejemplo de ello», justificó Ruiz.

Las diferentes administraciones coincidieron en señalar que las plantas hoteleras de la zona han realizado grandes inversiones para mejorar sus establecimientos turísticos y que, con esta reforma, las administraciones públicas ponían de su parte para mejor la imagen del paseo. «El barrio de ses Figueretes esperaba muchísimo este proyecto, no solo los establecimientos privados sino también vecinos y vecinas que tienen este paseo como referencia. Y esperamos que a finales de abril o principios de mayo las obras estén terminadas», dijo Ruiz.