Ana Ribas es médico de familia del centro de salud de Sant Antoni | DANIEL ESPINOSA

La ibicenca Ana Ribas Riera, de Can Bartomeu Ribas de Sant Agustí, es médico de familia del centro de salud de Sant Antoni desde 2014. Ribas es miembro de la junta directiva y vocal de Ibiza de la Sociedad Balear de Médicos de Familia (Ibamfic), que celebra por primera vez el congreso balear en Ibiza los días 30 y 31 de mayo y el 1 de junio con el lema «Atenció Primària... Navegam amb tu». Alrededor de un centenar de médicos se han inscrito en este congreso en el que se darán a conocer 50 publicaciones de profesionales.

¿Qué objetivos se persigue con la celebración de este congreso en Ibiza?
—Intentar reunir a los médicos de familia de Ibiza en un encuentro formativo, de propuestas y punto de encuentro para debatir temas de actualidad, así como recibir formación de personas externas que vienen de fuera para el congreso.

¿Qué propuestas son las que se van a plantear en el congreso?
—El médico de familia es muy plural, trabajamos bastantes temas. Contaremos con una conferencia inaugural de Francesc Borrell acerca de la prevención y el error clínico, cómo afrontar cuando trabajamos en la consulta con tan poco tiempo problemáticas tan diversas con los pacientes y que crean dudas en los profesionales que te llevas a casa; se trata de cómo trabajar esto. Trabajamos también el duelo con un cortometraje que presenta un compañero del centro de salud de Can Misses, el médico Enrique Garcerán. Además hay talleres y la conferencia de Carles Blay, que ha trabajado en la cronicidad en Cataluña, que está tan de moda en nuestro sistema. Hoy como actividad precongresual se proyecta el documental Consulta 32 sobre fibromialgia en Cas Serres, que está abierta a la población y en la que después habrá un debate con la asistencia de Vicente Palop que tiene una consulta de fibromialgia en Valencia.

¿Qué se quiere reivindicar en este congreso?
—El papel del médico de familia con todas sus facetas, por eso el programa es tan variado porque los médicos tocamos muchos temas en la vida de la persona. El programa de cronicidad, por ejemplo, es porque la población va envejeciendo y cuando llega a una cierta edad necesita más atención desde diferentes puntos de vista y el médico de familia es como su punto de referencia y eso es lo que buscamos ser.

Mencionaba que tienen poco tiempo en las consultas. ¿Es esa una de las demandas que tienen?
—Como médico de familia tenemos el problema de la escasez de tiempo para dedicar al paciente cuando tenemos muchas consultas el mismo día. Dedicamos siete minutos por paciente de manera que, a veces, tenemos que obviar ciertos temas para profundizar en otros y dejarlo para siguientes citas. Igual se tendría que descargar un poco a los médicos de familia para que tengan menos pacientes a su cargo y puedan dedicar más tiempo a los que tienen.

De hecho, Ibiza es la que tiene los cupos más elevados de pacientes por médico.
—Sí, tenemos unos cupos bastante altos y eso hace que a veces los pacientes tengan dificultad para acceder a nosotros y tenemos el tiempo muy limitado para dedicárselo. En diciembre entró un nuevo equipo y nos bajaron a 2.000 pacientes por profesionales. La media deseable es de 1.500 y 1.600 por profesional y más los que somos tutores para que así podamos dedicar más tiempo a la formación.

¿Cómo se podría solucionar? ¿Contratando a más médicos?
—Supongo que no es un tema fácil de abordar. Uno de los puntos es que haya más profesionales e intentar reforzar en verano más las plantillas, que se está haciendo pero creo que es un poquito insuficiente. También que la población no abuse del sistema, aprovechar mejor las citas. Si en la agenda tenemos 35 citas al día, hay siete u ocho que no vienen y esa es una oportunidad que se pierden para otros pacientes.

Son el primer acceso, pero cree que Primaria tiene los mismos recursos que Especializada o que se necesita dotar de más medios.
—Hace años se va reclamando. La Atención Primaria es la eterna olvidada y sí que es cierto que los médicos de familia somos la base del sistema. Una buena prevención y trato del paciente desde la base hace que no tenga según qué problemas y acudir al hospital; esas son las líneas del futuro y se está potenciando.

Un estudio reciente recoge que la Atención Primaria de Balears es la peor porque es la que menos recursos recibe.
—Desconozco los números globales pero en Atención Primaria estamos muy limitados económicamente, no es donde prefieren invertir los gestores, siempre es mejor comprar un TAC de última generación o según que aparataje.

¿Cómo le afecta la estacionalidad como médico del centro de salud de Sant Antoni?
—Especialmente la época de verano y en marzo y abril empezamos con mucha actividad. Lo vivimos con preocupación, porque cada año aumenta la población y muchos se quedan en la isla. En los dos últimos años hay dos nuevos equipos de profesionales porque estamos desbordados y no damos abasto. Además de la población que viene de turismo, que tiene unas ciertas peculiaridades, también el trabajador que viene, población desplazada, depende unos meses de nosotros.

Hay dificultades para encontrar médicos en la isla. ¿Le ha abierto las puertas el hecho de ser ibicenca?
—En Ibiza abren las puertas a cualquier profesional que se acerque. Estudié en Barcelona e hice la especialidad en Ibiza, sabes cómo funciona y te mueves más fácil cuando empiezas a trabajar. Nos esperan con los brazos abiertos por la dificultad de que venga gente y porque también faltan médicos en todo el país. Soy tutora de tres residentes y es una manera de acercar profesional. El Área de Salud trabaja para aumentar los residentes porque es una manera que se enganchen. Pasas cuatro años de la formación como médico de familia en un ambiente que conoces y dominas. Es diferente cuando vienes de fuera para empezar.

¿Comparte la opinión de que el precio de la vivienda y la acreditación del catalán frene la llegada de médicos a Ibiza?
—Creo que es multifactorial. No creo que la lengua limite la llegada de nadie, porque no es lo primero que se requiere. Es cierto que somos una isla menor y no tenemos las facilidades de otras islas. El tema de la vivienda es fundamental porque cuando vienes a trabajar y tienes que pagar estas barbaridades por una vivienda te lo replanteas y más en un oficio como el nuestro en el que tienes trabajo por todo el país, porque hay facilidad.

Volviendo al congreso, los residentes tienen protagonismo en este evento.
—Han trabajado mucho. Están en el comité desde el primer día. Son los más demandantes de formación y son los que regeneran un poco los centros. Ayudan a que los equipos se contagien de su energía. Estoy muy orgullosa porque tanto en el comité científico como el organizador contamos con gente con mucha experiencia, como María Tresserra, hasta los más jóvenes residentes, de tercer y cuatro, que con su energía nos dan fuerza al resto. Tenemos la juventud y la experiencia.