Miguel Fernando Torres Rudilla, el «parasicólogo» conocido como el «Barón» procesado en Eivissa por estafa e intrusismo, no acertó ayer en sus predicciones. La única declaración que realizó en la vista fue: «Creí que esto ya se acababa», y falló. La jueza del juzgado de lo Penal que debía ver la causa se inhibió de la misma en favor de la Audiencia Provincial.

A esta decisión llegó tras la petición de la defensa de Torres Rudilla, la cual se escudó en el anterior Código Penal para solicitar la no competencia del tribunal ibicenco en la causa. Según el texto legal, en la fecha en la que se produjeron los hechos denunciados la acusación particular tan sólo podía solicitar un máximo de tres años de prisión por el delito de estafa. El representante de los denunciantes pide que Torres Rudilla sea condenado a cinco años por estafa y a otro año más por intrusismo.

Eduardo Clavel, abogado de la acusación, se mostró sorprendido por la decisión de la jueza del tribunal ibicenco. Para este letrado, esta nueva suspensión del caso -ya es la tercera- no debería haberse efectuado, ya que el Código Penal fue reformado el pasado mes de noviembre, permitiendo que los Juzgados de lo Penal puedan emitir condenas de hasta cinco años.