Mohamed E.H. y su hijo Mostafá se sentaron ayer en el banquillo de los acusados después de que un compatriota suyo les denunciara en diciembre de 1996 de sendos delitos de coacciones, robo y lesiones por unos hechos ocurridos en estas fechas en Sant Antoni. Ambos, padre e hijo, se juegan cada uno de ellos penas de cinco y tres años de cárcel. El juicio de ambos tuvo ayer que suspenderse ante la ausencia del propio denunciante y de varios testigos de la defensa.

El cabeza de familia fue visto discutiendo acaloradamente con el denunciante, al parecer por una cuestión de trabajo, después de que el primero se presentara en una casa de la Avenida Doctor Fleming donde se llevaban a cabo unas obras. La discusión terminó con la llegada de la Policía Local.

Trece horas después, los dos protagonistas y el hijo de Mohamed E.H. se encontraron en la calle Rosalía. Todo acabó en una reyerta en la que se utilizaron bates de béisbol y en la que el denunciante se llevó la peor parte. La Policía Local, a su llegada, se encontró con que Mohamed se hallaba en el suelo y su oponente sangrando abundantemente. Este último aseguró también que padre e hijo, tras atacarle, le habían robado 50.000 pesetas. Los acusados lo niegan y aseguran que fue precisamente éste quien les atacó con un cuchillo y que ellos sólo se defendieron.