JAVIER JIMÉNEZ/AGENCIAS
Corren aires nuevos en la Guardia Civil de Balears, que intenta adaptarse al inicio del milenio con estructuras y recursos insuficientes.
El director general del Cuerpo, Santiago López Valdivielso, ha creado la oficina de atención al guardia civil, que atenderá las solicitudes de los miembros del instituto armado y será un cauce de expresión, hasta ahora condicionada por la jerarquía militar que impera en la Benemérita.

Un portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación de Palma, encargada de las relaciones con la prensa, matizó que no se trata de un departamento creado exclusivamente para atender quejas o denuncias internas, «sino que la pretensión es dar una respuesta rápida a todos los guardias civiles que demanden información, al tiempo que permitirá conocer aquellos temas que ofrecen mayores dudas o despiertan un mayor interés».

No se trata, desde luego, de una asociación sindical ni nada parecido, pero garantizará, en cierta medida, la capacidad de expresión del afectado o interesado. Lo que no está claro es si esa información que centralizará Madrid se filtrará luego a los compañeros o mandos del Cuerpo que han formalizado la queja.

Por otra parte, la Guardia Civil ha creado un Grupo de Montaña en Balears, compuesto por un cabo y cuatro guardias civiles especialistas en alta montaña, que tendrá entre sus objetivos el auxilio de personas accidentadas y la vigilancia de zonas costeras. La creación de este cuerpo en Baleares está motivada por los graves problemas que surgen en las islas relacionados con accidentes en zonas de barrancos, acantilados y picos, lo que obliga de manera constante a intervenir a personal no especializado en este tipo de rescates.