Una ventana situada en uno de los laterales del segundo piso de la casa señalaba el lugar en el que tuvo lugar la tragedia. FOTO: GERMÁN G. LAMA.

La localidad de Sant Carles vivió una tragedia en la mañana de ayer. Un niño de tres años de edad falleció al parecer por inhalación de monóxido de carbono tras prenderse fuego en la habitación en la que se encontraba durmiendo junto a otros seis jóvenes de edades comprendidas entre los tres y los veinte años.

Todo ocurrió sobre las nueve de la mañana. Fuentes de la Guardia Civil de Eivissa informaron ayer que se están investigando las causas del siniestro mortal, para las que se barajan algunas hipótesis. Una de ellas supone que las llamas pudieron originarse al estar jugando alguno de los niños con un mechero en el interior de la habitación, prendiendo en alguno de los colchones, aunque no se descartan otros motivos para situar el origen del incendio.

Según fuentes consultadas por este periódico, los vecinos del número 100 de Ca na Marché, conocido también como Can Botigues, fueron los primeros en prestar auxilio a los habitantes de la casa de dos pisos en la que se originó el incendio. Poco después, llegaron al lugar de los hechos tres bomberos, cuatro guardias civiles y dos policías locales de Santa Eulària.

Desgraciadamente, los equipos desplazados hasta el lugar tan sólo pudieron extinguir las llamas que consumieron por completo la habitación, situada en el segundo piso, y no pudieron hacer nada por el niño que quedó atrapado en la misma, cuyo cuerpo fue recuperado tras sofocarse por completo el incendio. Los bomberos recibieron el aviso a las nueve y diez de la mañana y regresaron al Parque Insular hora y media después.