EUROPAR PRESS-BARCELONA Un tribunal popular juzga desde ayer a tres agentes de la Policía Nacional que proporcionaban información reservada sobre vehículos a un gestor de Barcelona, a cambio de una mensualidad de unas 400.000 pesetas mensuales.

El fiscal acusa a los tres policías de los delitos de soborno y revelación de secretos, por los cuales pide penas que suman 13 años de prisión y multas que ascienden a 5.200.000 pesetas. Los policías se encuentran suspendidos de empleo y sueldo. Además, el fiscal solicita penas de inhabilitación de entre 11 y 13 años, lo que supondría su expulsión del Cuerpo Nacional de Policía.

Por su parte, los dos gestores se enfrentan a penas de cuatro años y un año de prisión y multas de dos millones de pesetas.
Según el fiscal, entre diciembre de 1995 y mayo de 1996, Rodolfo R.C., propietario de una gestoría de Barcelona, y su colaborador, José P.F., consiguieron datos reservados sobre vehículos de personas sobre las cuales estaban elaborando informes de solvencia para diferentes compañías aseguradoras. La información llegaba del hermano de José P.F., Pedro, agente de la Policía Nacional, quien conseguía la información en colaboración con otro compañero y un policía destinado en la delegación de informática de la Prefectura Superior. Todos los acusados han negado haber cometido alguna transacción ilegal y que obtuvieran información confidencial.