En la imagen, uno de los detenidos en la «Operación Charly» en Mallorca.

JAVIER JIMENEZ Una operación antidrogas llevada a cabo conjuntamente por la Guardia Civil en Madrid y Guadalajara, a raíz de una actuación anterior en Mallorca, ha servido para demostrar la conexión actual entre una importante suministradora de heroína y cocaína de la capital con los clanes «ibicencos» de sa Penya y los mallorquines de Son Banya, así como su interrelación entre sí. La denominada «Operación Charly», cuyo primer paso fue el arresto de diez presuntos narcotraficantes y el decomiso de más de un kilo de heroína, se encuentra ahora en la fase de análisis de una importante documentación requisada en el seno de la cúpula desarticulada.

Gracias a esta documentación se ha podido demostrar ya que decenas de kilos de heroína y cocaína eran enviados a la Islas. Los papeles hacen expresa mención al «transporte» de mercancía a Eivissa tras cerrarse tratos con los clanes de sa Penya, según confirmaron fuentes de la Comandancia. El último eslabón de esta investigación se ha dado con la detención de tres presuntos «capos» encargados de controlar los envíos.

Precisamente, en esta fase se ha intervenido la documentación que da una clara magnitud de lo que movía la red, independientemente de la imposibilidad de cuantificar con exactitud su actividad por el elevado número de contactos que ya se han contabilizado. La «Operación Charly» comenzó en octubre en Mallorca después de que se detuviera a tres de los hijos de un difunto patriarca del poblado de Son Banya, así como a dos personas encargadas supuestamente en blanquear el dinero obtenido con la droga y otros cinco sospechosos de llevar a cabo tareas de «correo».