«En mi mente había una película de acción y yo quería tener mi propia historia». El monitor deportivo que está acusado de abusar de una mujer en Artà haciéndose pasar por guardia civil, pidió ayer públicamente disculpas a la víctima y se mostró dispuesto a aceptar un castigo. El joven le juzga un jurado popular. Se le acusado de un delito de abuso sexual con allanamiento de morada. El fiscal Juan Carrau y la abogada Francisca Bonet, como acusación particular, piden siete años de prisión. El acusado está pendiente de otro juicio, en el que otras tres mujeres afirman que se hizo pasar por guardia civil para abusar de ellas.

Los hechos ocurrieron en Artà el día 4 del pasado mes de enero. Hacía días que el acusado llamaba por teléfono a la mujer y le interrogaba, como agente, sobre un accidente. El día 4 el joven se colocó un pasamontaña y unos guantes de látex. Llevaba una placa falsa de policía y una pistola simulada. Cuando la mujer abrió la puerta el acusado dijo que era guardia civil y que tenía que registrar el piso en busca de droga. «Quería demostrar que era una persona importante, porque hasta entonces me sentía como un don nadie». La mujer se sintió atemorizada cuando vio como el acusado le quitaba los botones de la blusa y la manoseaba. «Estoy avergonzado de mi comportamiento», reconoció el acusado, que explicó que tocó a la mujer simulando que la cacheaba. Después de ello la joven fue obligada a desnudarse. El acusado le mostró una pistola y le dijo que se tumbara sobre una alfombra. A continuación la ató con cinta aislante. «Había visto películas y esa era mi historia». El acusado, que está casado, mantiene que su intención era representar una papel de ficción, pero que nunca se le ocurrió abusar sexualmente de la mujer. «Le toqué los pechos, nada más».