Tareas de extinción en el incendio que tuvo lugar este verano en la zona de Sant Joan conocida como Portixolet.

JAVIER JIMENEZ La campaña forestal de este año que expira ha concluido con unos resultados desalentadores en su conjunto para toda Balears . A lo largo de 1999 han ardido en Balears un total de 1.636 hectáreas frente a las 172 que se quemaron en las Islas durante el año pasado. La cifra no puede ser más elocuente y significa que la superficie devastada por incendios en Balears se ha multiplicado por ocho en estos últimos doce meses.

La mayor parte de los incendios, incluso los más graves, tuvieron lugar en Mallorca. Eivissa sufrió su incendio más grave en agosto. Cerca de cinco hectáreas de pinar y matorral ardieron en la zona conocida como Portitxolet, en Cala Xarraca, en un incendio que los bomberos pudieron controlar en un día pese a que las tareas de extinción continuaron varios días después.

Según los datos facilitados por un portavoz de la conselleria de Medi Ambient, de estas 1.366 hectáreas calcinadas por el fuego un total de 345 corresponden a superficie arbolada, de gran valor ecológico, y el resto a carrizo y monte bajo. Las mismas fuentes consultadas por este periódico explicaron que, en su conjunto, no se registraba desde 1994 una siniestralidad forestal tan elevada, si bien en aquella ocasión ardieron 2.454 hectáreas. Los tres grandes incendios de este año, que se produjeron en Mallorca, tuvieron un origen intencionado: Na Burguesa (20 hectáreas), Galilea (100 hectáreas) y Artà y Capdepera (700 hectáreas).

En el caso de Eivissa, el fuego de Cala Xarraca comenzó por una negligencia mientras se llevaba a cabo una torrada. En el último ocurrido en Mallorca, todo apunta a que el fuego se inició después de que un pagés, que aún no ha podido ser identificado, perdiera el control cuando realizaba una quema.