A medida que pasan las horas van disminuyendo las esperanzas de encontrar más supervivientes del naufragio del pesquero español «Arosa», que se hundió la madrugada de ayer frente a las costas de Irlanda.

A últimas horas de la tarde de ayer, el servicio de rescate de la Marina irlandesa confirmó la muerte de cinco de los tripulantes del «Arosa» y la existencia de un superviviente, mientras que otros siete marineros siguen desaparecidos. El empeoramiento de las condiciones meteorológicas, con vientos de fuerza 10, obligó a los servicios de rescate a suspender al final del día la búsqueda hasta hoy, según informó un portavoz oficial, quien manifestó que sus pensamientos están «con las familias» de la tripulación del «Arosa».

Cuantas más horas pasan menores son las posibilidades de que se encuentren con vida los desaparecidos, indicaron fuentes de los servicios de rescate al explicar que los mayores peligros son la hipotermia y la posibilidad de que se hayan golpeado contra las rocas.

El superviviente, identificado como Ricardo Arias García, de 24 años, fue rescatado por la mañana y está ingresado en el hospital Merlin Park de la ciudad costera de Galway. La tripulación del «Arosa» estaba compuesta por diez españoles, dos de Santo Tomé y uno de Ghana. La identidad de las víctimas mortales y de los desaparecidos no ha sido aún divulgada.

Arias explicó a los servicios de rescate que el barco se hundió tras chocar con unas rocas cuando intentaba entrar en el puerto de Rossaveal para refugiarse del temporal. La tripulación estaba en posición de emergencia en cubierta y con los chalecos salvavidas puestos. Arias añadió que creía que él fue el último que cayó al mar arrastrado por las olas y que no le dio tiempo a ponerse el chaleco salvavidas.