AGENCIAS-SALZBURGO Numerosas personalidades políticas de Austria, Alemania y Eslovenia participaron ayer en los funerales por las 155 víctimas del incendio del funicular alpino de Kitzsteinhorn, la mayor tragedia civil del siglo en la República alpina.

El presidente y el jefe del Gobierno austriacos, Thomas Klestil y Wolfgang Schüssel; el canciller de Alemania, Gerhard Schroeder; el primer ministro de Eslovenia, Janez Drnovsek, y el presidente de Baviera, Edmund Stoiber, entre otros, asistieron al oficio que abarrotó la catedral de Salzburgo.

El cardenal austriaco Christoph Schoenborn y el obispo evangélico Herwig Sturm dirigieron el oficio ecuménico, mientras la eucaristía fue oficiada por el arzobispo de Salzburgo, Georg Eder, ante un altar presidido por un crucifijo adornado con un ramo de 155 rosas y fotografías de los fallecidos.

«La catástrofe de Kitzsteinhorn es una advertencia permanente a la responsabilidad de cada uno de nosotros. Responsabilidad hacia los necesitados más próximos, también hacia la localidad de Kaprun y el futuro de las familias de las víctimas». dijo Klestil en su intervención al término del funeral.

La compañía aseguradora Generali anunció ayer que se han resuelto todas las dudas sobre la indemnización a los familiares de las víctimas del trágico siniestro.