La Guardia Civil y el laboratorio de Costitx están investigando la caída anteayer tarde en aguas del Cap Blanc, en Llucmajor, de una gran bola de fuego que podría ser, según las primeras hipótesis, chatarra espacial o un meteorito.

Los investigadores tienen claro que no se trató de ninguna alucinación de un particular, ya que existen como mínimo cinco testigos que presenciaron el mismo fenómeno desde distintos puntos de la Isla y todos ellos coincidieron en su posterior descripción. La gran bola de fuego descendió a una velocidad vertiginosa de oeste a sur y su fugaz aparición se prolongó durante cinco segundos, tiempo suficiente para que aquella luz deslumbrante fuera avistada desde diferentes enclaves de la Isla.