La Audiencia Provincial ha impuesto una pena de tres años de cárcel por tráfico de drogas a un joven madrileño que en agosto de 1998 fue sorprendido bajando de sa Penya en un control policial con 40 gramos de cocaína. El acusado, Manuel David San Francisco Luengo, afirmó en el juicio que la cocaína la había comprado en Madrid y que toda era para su consumo.

El tribunal no ha dado ninguna credibilidad a su versión. En la sentencia se destaca la excesiva cantidad como el modo de llevarla encima. Al sospechosos se le decomisaron 5 papelinas- cuatro en la cartera- y una «pelota» con 35 gramos oculta en el forro de una cazadora de piel. El ponente, en este sentido, destaca que «no es muy normal que en el mes de agosto se porte una cazadora de piel en la isla». También resalta lo fácil que es, sobre todo para un mero consumidor, adquirir droga en Eivissa negando que éste hubiera hecho acopio por necesidad