El atraco ocurrido ayer en Cala Bou ha sido el único de los sucedidos este año en los que ha habido que lamentar herido de arma de fuego, aunque hubo otro, de seis habidos en total, en la que una persona resultó lesionada en una mano por una cuchillada.

Un joven de Sant Jordi, que como el ladrón de ayer también usaba una escopeta de cañones recortados del calibre 12, ésta última adaptada al 14, fue responsable del inicio de una oleada de asalto a gasolineras que se abortó en mayo después de que fructificara un dispositivo de búsqueda la Guardia Civil tras una tentativa fallida de madrugada en la «Estación Portmany», paradójicamente no muy lejos de la sucursal de Cala Bou. El ladrón irrumpía en las gasolineras con el arma cargada y así fue detenido.

Al sospechoso, José M.S., un joven de Sant Jordi con fuertes deudas contraídas, se le imputaron otros dos atracos y una segunda tentativa. Fue condenado a cuatro años y medio de cárcel.

Este no fue el único atracador detenido durante este año. Un italiano con sus facultades mentales perturbadas causó la alarma el 17 de agosto en el ensanche de Eivissa también tras valerse con un cuchillo e irrumpir en una sucursal de la Banca March, ubicada junto al Mercat Nou. Amenazó a uno de los empleados y salió huyendo cuando otra persona apareció. Nada más salir, entró en un supermercado contiguo y repitió su acción con una cajera hasta que escapó cuando se le hizo frente, hiriendo a un empleado y llevándose 100.000 pesetas. Luego, la policía le detuvo y se supo que también había entrado a robar en dos tiendas de la zona. Daniel Caruso, fue condenado dos años y medio de prisión.