La Guardia Civil ha detenido en Eivissa a un empresario de nombre italiano y afincado en Francia que estaba siendo buscado por la Gendarmería acusado de un fraude multimillonario con subvenciones de la Unión Europea.

El sospechoso, con residencia en el término municipal de Santa Eulària, fue descubierto después de que, según los datos recogidos por este periódico, los agentes de la Benemérita que realizaron este servicio, presumiblemente pertenecientes al Grupo de Investigación Fiscal y Antidroga (GIFA), localizaran no sólo a su persona sino también su casa en Eivissa, posiblemente en la zona de Jesús. El empresario, que debe responder de una acusación que parte directamente de la sede de la UE, en Bruselas, se dedicaba a negocios de importación y exportación relacionados con mercancía frutícola y el volumen de lo estafado puede alcanzar varios miles de millones, según varias fuentes.

La investigación, que como su alcance aún no se ha hecho público, se concretó la semana pasada tras contarse también con datos de la unidad central de la Benemérita que estudia asuntos fiscales y que pueden resultar ilegales. El sospechoso ha ingresado en la prisión de Eivissa y el pasado fin de semana estaba previsto su traslado a Francia, país que ha llegado a desplazar agentes de la Gendarmería para este servicio. Dos juzgados de Eivissa, el número 2 y el número 3, se han encargado de cumplimentar las gestiones judiciales necesarias para este caso.

Distintos datos apuntan a que el acusado, que contaba con residencia habitual en la isla, escogió finalmente quedarse en Eivissa para intentar eludir las responsabilidades que se le imputaban. En este sentido, el grueso de la estafa que se le achaca se realizaba presuntamente mediante la falsificación documental para justificar operaciones que nunca llegaron a realizarse o a existir verdaderamente, tales como nuevos cultivos u otras gestiones de índole mercantil.