La Audiencia Provincial ha condenado a penas que sumadas superan los cuatro de años prisión a un vendedor ambulante de nacionalidad senegalesa, Niang Magor, que fue sorprendido por una dotación de la Policía Local de Sant Antoni el pasado verano cuando portaba 147 éxtasis. El acusado, que llegó a atacar a los agentes durante su arresto, se sentó en el banquillo de los acusados el pasado 10 de diciembre para jugarse ante el tribunal, en su última visita a la isla, una pena de siete años de prisión, condena que se le solicitaba al presentarse contra su persona no sólo los cargos de tráfico de drogas sino también los de atentado a la autoridad y lesiones.

La Audiencia Provincial ha resuelto el caso con tres años y seis meses la pena que se le imputaba por un presunto delito contra la salud pública. Asimismo, le considera culpable de un delito de resistencia a la autoridad, por lo que se le establece una condena de otros siete meses, y le impone otros tres fines de semana de arresto por cada uno de los dos cargos de lesiones que se le han dado por probados.

El sospechoso fue detenido por una patrulla de la policía local el pasado día 7 de agosto cuando los agentes llevaban a cabo un control rutinario por las calles de Sant Antoni. El acusado, en el juicio, optó por no querer llegar a un acuerdo manteniendo su alegato de plena inocencia.