La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma celebró en la mañana de ayer la primera vista en Eivissa a través de vídeoconferencia (una tecnología ya utilizada en la isla con motivo del juicio por el asesinato de Anthony Pike celebrado en Miami), una sesión que estuvo marcada por las dificultades técnicas con las que se encontraron sus protagonistas.

La Audiencia debía decidir ayer si mantenía en prisión preventiva a un hombre que ya fue juzgado y condenado por esta instancia judicial, aunque sin sentencia en firme, al estar ésta recurrida. Según fuentes de la Fiscalía de Eivissa, una sesión que apenas debía durar unos diez minutos se alargó más de lo previsto debido a los fallos en la emisión y recepción del sonido y la imagen entre las dos islas, lo que entorpeció el desarrollo de la vista.

Acerca de la utilización de la vídeoconferencia como herramienta para la celebración de juicios por parte de la Audiencia, las mismas fuentes señalaron la idoneidad del sistema «siempre y cuando no suponga una ralentización del desarrollo de los juicios debido a dificultades técnicas». Asimismo, desde la Fiscalía se prestaba especial atención a la falta de espacio existente en el actual edificio de los Juzgados y a los recursos humanos especializados en el manejo de estos instrumentos: «Se ha facilitado la tecnología pero no los técnicos para que pueda ser utilizada de un modo efectivo», apuntan.