R.U. Una lancha de la Cruz Roja de Eivissa encontró ayer un ejemplar muerto de cachalote, de unos 10 metros de longitud, frente a Cala Mestella. El macho de physeter macrocephalus se encontraba en un avanzado estado de descomposición y la corriente lo arrastró hasta el interior de la cala, desde donde es difícil su retirada por parte de los servicios de limpieza debido, precisamente, a la fragilidad de los restos, que pueden romperse con facilidad.

Según explicó la bióloga marina Cati Beltrán, del centro Vellmarí, que se desplazó a la zona para estudiar el animal, se trata de un macho adulto que podía haber pesado entre 20 y 50 toneladas, algo ahora difícil de precisar debido a la mala conservación del mamífero, y que puede llevar en el agua más de 20 días, lo que dificulta enormemente la determinación de las causas de su muerte.

Un responsable de Herbusa examinaba ayer las distintas posibilidades y probablemente hoy intentarán arrastrar el animal hasta el puerto deportivo de Santa Eulària, donde sería más fácil su retirada con una pala excavadora. El animal desprende, como es lógico, un intenso mal olor, producto de la descomposición.