La vivienda de Mateu Salas, en la carretera de Palma a Artà, seguía precintada ayer. Foto: GUILLEM PICÓ

«Mateu era una persona muy sana, no sabemos qué ha pasado y esperamos los resultados de la autopsia para saber con más certeza las causas de su muerte y así poder enterrarlo en el cementerio». Ayer por la noche se ofició en la iglesia de Sant Llorenç el funeral por la muerte de Mateu Salas Bauzá, el vecino del municipio que fue hallado asesinado en su casa de la calle Mossèn Galmés el viernes por la noche. A lo largo de la mañana de ayer, numerosas personas se acercaron a los domicilios de los familiares de la víctima para darles apoyo. Una sobrina de la víctima explicó que «todavía no sabemos cómo murió Mateu, que en octubre hubiese cumplido 78 años de edad. Lo único que esperamos es el resultado de la autopsia (que se realizará en las próximas horas) luego ya veremos qué pasa».

Mateu Salas Bauzá fue encontrado en su domicilio con un fuerte golpe en la cabeza y sobre un gran charco de sangre. La Guardia Civil inspeccionó durante el viernes por la noche y el sábado la zona en busca de huellas. Después la vivienda quedó precintada. Los vecinos se mostraron ayer «muy preocupados porque es el segundo crimen que hay en Sant Llorenç en pocos meses». «La otra muerte estaba más clara, pero aquí no se sabe muy bien lo que ha pasado y es muy raro porque Parrino era una gran persona», manifestó Tomeu Llull, un conocido de la víctima.

Mateu Salas era el cuarto de una familia de siete hermanos. Era viudo y no tenía hijos. Uno de sus hermanos falleció hace unos años y el resto residen en Sant Llorenç. «Era una persona muy suya, no salía mucho de su casa pero si te veía por la calle siempre te saludaba». Era muy conocido en el pueblo porque «era un artista trabajando la pedra en sec», comentó otro vecino. Su sobrina explicó ayer que había trabajado mucho por la zona de Felanitx, donde hizo las columnas de Sant Salvador, y también en las Cuevas del Drac. Hace siete años se jubiló pero todavía seguía trabajando.