La estructura de la antigua sala de fiestas de Sant Antoni dejará de existir en breve. Foto: MARCO TORRES

P. TUR/E. RODRÍGUEZ
Exitosa sala de fiestas en sus inicios, Sa Tanca, situada en la entrada de Sant Antoni, fue convirtiéndose con el paso del tiempo en una estructura abandonada en la que habitaban en los últimos años una serie de 'ocupas'. El inmueble, que generó una gran cantidad de polémica al ser considerado como uno de los focos de delincuencia de la localidad, dejará de existir esta misma semana tras iniciarse ayer el derribo de sus 10.000 metros cuadrados por las excavadoras.

Fuentes de la Policía Local de Sant Antoni señalaron que el derribo debía haber comenzado el pasado lunes, pero se abandonó finalmente el intento tras una discusión con la veintena de personas que habitaban ilegalmente en el edificio, quienes, ante la presencia de la policía municipal, solicitaron un tiempo para poder llevarse sus pertenencias.

El derribo se pospuso hasta ayer, aunque también hubo algún momento de tensión que, finalmente, no finalizó en ninguna actitud violenta. Uno de los obreros que participaron en el derribo indicó, por otra parte, que uno de los 'ocupas' llegó a apoderarse de las llaves de una de las excavadoras, las cuales pudieron ser recuperadas. También mencionó que podría haberse ofrecido dinero, unos 1.200 euros, a los 'ocupas' para que procedieran al desalojo.

La Policía Local, por su parte, informó de que no se había producido ningún incidente de relevancia. Los 'ocupas' abandonaron el lugar, algunos hacia el cámping situado a escasos metros de Sa Tanca y otros se dispersaron indicando que intentarían pasar algunos días en casas de amigos y conocidos.

Antoni Marí Tur, alcalde de Sant Antoni, se congratuló ayer por el inicio del derribo de Sa Tanca, para el que los propietarios solicitaron el apoyo de la Policía Local y al que consideró como un punto generador de «suciedad y delincuencia» del municipio y en el que han llegado a convivir, durante la temporada estival, hasta sesenta personas que, en algunos casos, viajaron a Eivissa para encontrar trabajo. Marí Tur añadió que en el solar en el que quedará convertido la antigua sala de fiestas los propietarios del terreno edificarán próximamente un nuevo inmueble.