El ministro del Interior, Angel Acebes, aseguró ayer que las Fuerzas de Seguridad del Estado no dispusieron nunca, antes de la detención de Tony Alexander King, de su historial delictivo completo en Gran Bretaña y dijo que sus datos no se incluyeron en los ficheros policiales pues no había amparo legal para hacerlo.

Acebes aportó estas informaciones ante la comisión de Justicia e Interior del Congreso, donde compareció para explicar la investigación de los crímenes de Sonia Carabantes y Rocío Wanninkhof, y detalló que los datos de King no pudieron incluirse en las bases de datos policiales españolas ya que no había solicitud de búsqueda por Interpol ni era objeto de ninguna investigación en España, requisitos que exige la legislación española. El titular del Interior propuso abrir un debate sobre las reformas legales necesarias para potenciar «sin reservas» la funcionalidad de las bases de datos policiales de acceso directo y compartido por las fuerzas de seguridad.

Insistió Acebes en que no se conoció el historial completo de King ya que la comunicación de la Policía británica a la española, a través de Interpol en 1998, era «escueta» y en ella no se solicitaba otra actuación que no fuera la localización de su domicilio en España, que fue corroborada por la Comisaría Provincial de Málaga en diciembre de 1998. Tras apuntar que en esa comunicación se informaba «genéricamente» de algunos delitos cometidos por King y se advertía de que podía suponer una «amenaza potencial para las mujeres en España», el ministro explicó ésta «no se estimó encuadrable en ninguno de los supuestos contemplados en la legislación española» sobre archivos policiales.

Relató que la comunicación fue calificada por la policía del condado de Surrey de «importancia baja» e informaba de que King estaba buscado en el Reino Unido por un delito de intento de violación, pero matizaba que las autoridades judiciales británicas no encontraban suficiente base para solicitar su extradición.