En el Centro Penitenciario de las Pitiüses hay 21 presos de religión musulmana.

Los musulmanes encarcelados en Eivissa están valorando la posibilidad de declararse en huelga de hambre si las autoridades de la cárcel no permiten la entrada en este centro penitenciario de los dulces típicos del Ramadán, mes sagrado del Islam. Se trata de los denominados chebbakia, una especie de pestiños elaborados con almendras, nueces, miel y sémola que poseen un gran contenido energético y que los musulmanes preparan y consumen durante el Ramadán, 31 días en los que los fieles de esta religión sólo pueden comer y beber cuando se pone el sol.

El portavoz de la comunidad musulmana y tesorero de única mezquita de la isla, Abdelhak Diki, dijo ayer que ya han contactado con las autoridades penitenciarias y éstas les han dicho que no podrán introducir los dulces por muy sagrados que sean para ellos el Ramadán y los chebbakia porque la circunstancia podría aprovecharse para «introducir droga» en la cárcel. «Nosotros nos comprometemos a ir diez años a prisión si detentan la más mínima cantidad de droga dentro de los chebbakia», sentenció ayer Diki, indignado por el argumento.

Sin embargo, el director del Centro Penitenciario de Eivissa, Carlos Blanco, explicó ayer que éste no es el motivo por el que se va impedir la entrada de estos dulces, que ayudan a los musulmanes practicantes a recuperar las fuerzas tras el ayuno diurno del Ramadán.