La policía de Eivissa investiga si tres detenidos de nacionalidad polaca suministraban droga a tres jóvenes compatriotas, a quienes supuestamente obligaban a prostituirse, para que realizaran esta actividad con actitud sumisa. Esta circunstancia está pendiente de confirmación a través de un informe médico. Según el informe policial, cuatro jóvenes polacas denunciaron en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía que estaban siendo obligadas a prostituirse en un local de Sant Antoni. A consecuencia de esta denuncia, la policía realizó tres detenciones, dos de ellas el pasado domingo en las inmediaciones de Sant Agustí y la tercera en el aeropuerto. Se trata de L.J.S., de 28 años; A.R.H., de 34; y J.A.R., de 37. Los tres polacos han sido puestos a disposición judicial bajo la acusación de cometer un delito relativo a la prostitución, amenazas y coacciones. Las cuatro jóvenes polacas relataron a la policía una historia escalofriante. Contaron que en agosto pasado contactaron en Polonia con «con unas personas encuadradas dentro de una organización» que les ofrecieron la posibilidad de trabajar en una discoteca de la isla en unas condiciones muy ventajosas, al menos a primera vista. Estas condiciones consistían en que, además del sueldo, recibirían el dinero del pasaje desde Polinia a Eivissa vía Alemania y Palma y alojamiento gratuito, al parecer en la zona de Cala de Bou. Una vez en la isla, y siempre según el relato policial, les retiraron los pasaportes con la supuesta excusa de tramitar los contratos de trabajo correspondientes. Justo después, las cuatro polacas fueron informadas de que su trabajo en realidad consistía en el ejercicio de la prostitución en un local de alterne. Además, según la investigación emprendida por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, no se tramitó ningún contrato en la Seguridad Social para lagalizar la situación laboral de las cuatro personas. Según la policía, la situación en la que estas mujeres eran presuntamente obligadas a ejerecer la prostitución era constantemente controlada por los polacos detenidos, de forma que se ocupaban de acompañarlas al local de alterne. Además, apunta el informe no se les entregaban más que pequeñas cantidades de dinero con la excusa de que debían reembolsar los gastos de viaje y manutención.