El acusado tuvo que comparecer el mes pasado en los juzgados de Eivissa.

La responsable del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, Martina Rodríguez, ha absuelto a un residente ecuatoriano de Eivissa que se enfrentaba a dos años de prisión por supuestamente dar un puñetazo sin motivo aparente a otra persona tras una pelea en una discoteca de Platja d'en Bossa. El sospechoso se vio sentado en el banquillo, y al parecer previamente detenido por la policía, tras ser reconocido por la novia de la víctima en una foto de prensa, pero todo indica que se equivocó de persona.

La juez, además, aplicó el principio de presunción de inocencia en este caso después de que el abogado del acusado, el letrado Antonio de Lamo, presentara en el juicio a tres testigos que aseguraron que el sospechoso estaba con ellos en un establecimiento de música latina a la hora en que ocurrió la pelea en la discoteca de Platja d'en Bossa.

El suceso ocurrió el pasado 7 de marzo del año pasado sobre las cinco de la madrugada en la discoteca «Sol». A esa hora, el afectado recibió sin saber de donde le venía un puñetazo que le causó una herida inciso contusa en el labio inferior, herida que precisó puntos de sutura y que le dejó una cicatriz de dos centímetros.

La novia del perjudicado fue la única que dijo ver al agresor. Según la información recogida por este periódico, fue un día viendo el periódico cuando reconoció al sospechoso en una foto que se incluía en las páginas de deportes.

El hombre que ahora fue absuelto, tras su localización, tuvo que someterse a una prueba de reconocimiento. En ésta, la mujer identificó al acusado sin ningún genero de dudas basándose principalmente en sus ojos claros, tal y como los que tenía el agresor.

«Ahora bien, tras ello y la natural negación del acusado acerca de los hechos imputados, surgen otras pruebas exculpatorias de tres personas amigas, trabajadores de la discoteca Café Latino que afirman que el día en que ocurrieron los hechos, el acusado se hallaba en la zona del local a la que va siempre», dice la sentencia. En ésta también se señala que el sospechoso dijo no haber pisado nunca la discoteca «Sol» y que desde el primer día mantuvo su absoluta inocencia en el delito de lesiones que se le imputaba.