J.J.M./G.R.
El paso entre las Islas y las aguas que surcan el sur de Formentera son conocidas en el argot policial como el «Canal del Chocolate». Hasta ahora era habitual que pesqueros de las Islas atraparan entre sus redes fardos de hachís o los hallazgos de éstos en alguna playa. El tráfico de cocaína en aguas de Balears en grande cantidades era hasta la fecha prácticamente desconocido. Sólo existía el precedente de la tonelada que intervino la policía en el velero «Lorena» en julio de 2001, un barco que atracó en Eivissa. Pero la intención real de los 'narcos' no era trasladar el alijo por mar sino, como ya se publicó en su día, introducirlo en coches y embarcarlos en un ferry con destino a Barcelona.Ni siquiera estaba previsto que parte del cargamento se quedara en algunas de las islas.

Estas hipótesis, sin embargo, sí se barajan ahora después de que en el plazo de una semana hallan aparecido fardos de 25 kilos en la localidad mallorquina de Calvià y hace pocos días, otro en la playa de ses Illetes, en Formentera, tal y como adelantó Ultima Hora Ibiza y Formentera. Nuevos datos que han trascendido han permitido conocer que en ses Illetes el hallazgo tuvo lugar después de que un residente alemán se topara con el bulto cuando paseaba por la playa con su perro a primeras hora de la mañana, al parecer, del jueves. Ambos hallazgos, en cierta manera, han desconcertado a las fuerzas policiales, acostumbradas a que las redes que comercian con cocaína en Balears la introduzcan sobre todo a través de «correos» e, incluso, a través de envíos camuflados, considerados más seguros y que se efectúan por empresas postales a destinatarios que han concertado la entrega. Las entradas de esta droga por barcos particulares o «charters» es una incógnita, pero se considera que no es el procedimiento normal. Es por ello que la Guardia Civil está salvaguardando las investigaciones sobre los fardos intervenidos en Formentera y Mallorca con una especial pantalla de sigilo. Todo ello, ante el amplio abanico de posibilidades que se ha abierto: desde que todo provenga de una misma carga caída al mar y arrastrada fortuitamente por las olas a que su presencia en ambas islas tenga una explicación muy concreta y relacionada con 'narcos' directamente ligados con Balears.

Las fuerzas policiales trabajan en distintas direcciones para intentar ahondar en estas cuestiones. El precedente se encuentra en los modelos de «negocio» del hachís, del que sí se tiene pleno conocimiento.

Decomisos
Al respecto, varios han sido los barcos apresados en aguas de las Pitiüses, pero también los decomisos de fardos bien llegados «sueltos» desde el mar o bien escondidos en cuevas. Agentes de Aduanas se incautaron el año pasado de cien kilos escondidos en una cueva de Cala Llonga y en 2004 al menos seis fardos, cerca de 200 kilos, fueron intervenidos por la Guardia Civil en aguas de las Pitiusas. Las costas de Santa Eulària, por su parte, estuvieron bajo sospecha en 2001 tras hallarse en sus orillas varios paquetes.