G. PICO
Desde el pasado lunes, la mayoría de agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Balears iniciaron una huelga de «bolígrafos caídos» para denunciar su «gravísima» situación laboral y exigir mejoras salariales y un reparto justo de las retribuciones por productividad, entre otras cuestiones. La campaña, denominada «Enero, en blanco» ha sido impulsada por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que representa a unos 25.000 agentes en toda España, y también se lleva a cabo a nivel nacional.

Como los funcionarios beneméritos pertenecen a un cuerpo militar no pueden realizar una huelga tradicional. Por ello, oficialmente, la AUGC no alude a una huelga, sólo a una campaña de concienciación de conductores: «El esfuerzo de los guardias civiles de Tráfico será, una vez más, luchar contra la siniestralidad en nuestras carreteras, concienciando a los conductores de sus responsabilidades y deberes», indica la AUGC.

Ultima Hora contactó ayer con el departamento de comunicación de la Dirección General de Tráfico (DGT) en Madrid con la intención de obtener valoraciones sobre esta medida. Desde la DGT, un portavoz dijo que desconocían la situación y manifestó: «Nosotros no tenemos constancia de que haya ninguna huelga ni en Baleares ni en el resto de España y, por tanto, no nos manifestamos».

Por su parte, la AUGC recordó que se ha dirigido «reiteradamente a la DGT trasladándole propuestas concretas que mejorarían notablemente el funcionamiento y la moral de la Agrupación. Pero no han sido escuchadas. Unos parecen solo interesados en funcionar como una agencia de recaudación de dinero y otros solo velan por mantener sus privilegios». La huelga de «bolígrafos caídos» no significa que los agentes dejen de sancionar todas las infracciones de tráfico, pero se relajarán mucho desde el punto de vista de las sanciones. Si la imprudencia no es muy grave se parará a los conductores y se les informará de que han circulado de forma incorrecta.