«Hombre al agua». A las 15.00 horas de ayer el ferry Mercedes del Mar, de la compañía Iscomar, dio la voz de alarma. Un pasajero se había precipitado al agua. Era un varón, al parecer joven, con un jersey a rayas. El gran dispositivo de búsqueda que se montó permitió localizar el cadáver horas después.

La embarcación, que cubría la ruta entre Palma y Valencia, había zarpado de la capital balear al mediodía y cuando se produjo el accidente se encontraba a unas 25 millas al norte de Sant Antoni, en Eivissa.

Salvamento Marítimo y el SAR fueron informados de la caída al mar del náufrago y se puso en marcha un gran operativo, en el que participaron dos mercantes, el barco Zurbarán de la compañía Trasmediterránea y un helicóptero. El Mercedes del Mar arrojó salvavidas nada más producirse la caída del pasajero, pero se desconoce si el hombre llegó a asirse a uno de los aros.

Juan Mas, el capitán del ferry de Iscomar, señaló que el pasajero se había arrojado al mar de forma voluntaria, descartando de esta manera que se tratara de una caída fortuita.

Autopsia

Finalmente, un helicóptero de Salvamento Marítimo localizó el cuerpo sin vida del náufrago y se confirmó que se trataba de un joven marroquí. Una lancha trasladó el cadáver hasta Sant Antoni y está previsto que hoy se le practique la autopsia. Algunas fuentes indicaron que el pasajero podría haber sufrido una crisis de ansiedad antes de arrojarse por la borda, y que habría tenido algunos incidentes con otros pasajeros durante el inicio de la travesía.

La ley obliga a los capitanes a realizar las maniobras que sean necesarias para rescatar a quien se haya caído o lanzado al agua.