Murió por el frío. Iris Perkins, la británica desaparecida en Santa Ponça desde el pasado sábado, fue hallada sin vida ayer en el rellano de un complejo turísticos, con las ropas mojadas e indicios claros de haber fallecido por las bajas temperaturas del fin de semana. Los investigadores creen que pudo tropezar en un escalón y ya no pudo levantarse.

Poco después de las ocho de la mañana de ayer tres empleados -dos alemanes y un colombiano- se encontraban trabajando en el complejo Cala de Oro, en la calle Bellavista 90 de Costa de la Calma. Uno de ellos, en concreto el sudamericano, se alejó del grupo para buscar agua y, de improviso, se topó con el cadáver en el descansillo, junto a una gran maceta y un escalón. Los servicios de emergencia fueron movilizados rápidamente y hasta aquella dirección se desplazaron efectivos de la Policía Local, Guardia Civil, una doctora y la Policía Judicial, que acordonaron la zona para poder completar la inspección ocular.