«Llegó con las llaves en la mano, corriendo y diciéndome que ya lo quitaba. Que no había sitio donde aparcar y que sólo había sido un minuto. Cuando le dije que no, puso las llaves en el contacto e intentó arrancar. Lo evité cruzándome delante del vehículo. En Comisaría, terminó reconociendo que él era el que conducía.». Este es el testimonio que recogió el juzgado de lo penal número 2 de Eivissa en la causa que se vio ayer contra un hombre sin carné de conducir y que ha terminado teniendo que sentarse en el banquillo como sospechoso de haber cometido un delito contra la seguridad del tráfico. El fiscal pidió que fuera condenado a una multa de 2.160 euros y a cumplir con 33 días de trabajo para la comunidad.

«No sé por qué miente el policía. Lo único cierto es que por esto estuvo 15 horas sentado en una silla en Comisaría», dijo, por su parte, el acusado.

En doble fila

El suceso tuvo lugar el pasado día 12 después que el agente que multó al vehículo se lo encontrara estacionado en doble fila en la puerta de los juzgados. Según su versión, el sospechoso, al serle requerida la documentación, también intentó llegar a una solución amistosa pidiéndole que le dejara estacionar bien el vehículo para luego entregarle sus «papeles».

«También le dejé que llamara a su novia cuando al final dijo que quien realmente conducía era ella. Además, más adelante también confesó que había tenido un accidente de moto», explicó el agente.

El sospechoso, por su parte, hizo hincapié en que todo ocurrió en «menos de ocho minutos» y que era imposible que el pudiera conducir por una secuela física en un brazo. «Por eso mismo fui al juzgado, a cobrar mi pensión. Mi novia fue a hacer una gestión que luego se complicó», comentó.

La pareja de éste, al respecto, señaló en el juicio: «Cuando llegué a la puerta no estaba ni mi coche ni mi novio. Creía que me moría». La mujer agregó que se «demoró» en una cita con su jefe. e indicó que las llaves del coche las había dejado puestas porque creía que su visita al despacho profesional donde supuestamente surgió el retraso iba a ser cuestión de unos instantes.