Lo único probado es que el coche del denunciante sufrió daños que en su conjunto alcanzaron los 6.245 euros. La titular del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, la magistrada Martina Rodríguez, ha absuelto a una mujer de nacionalidad española que tuvo que sentarse en el banquillo como sospechosa de una supuesta venganza contra su ex marido después de que ése se lo encontrara con numerosos daños en la calle de Sant Antoni donde lo había dejado aparcado en noviembre de 2006.

El fiscal presentó acusación contra esta persona después de que un testigo identificara fotográficamente a la ex mujer de la víctima como la persona que había causado los desperfectos en dicho vehículo, un Mitsubishi Space Star. El ministerio público pedía que la acusada no sólo indemnizara con los 6.245 euros a su ex pareja sino que también ésta hiciera frente a una multa de 7.200 euros como autora de un delito de daños.

Esta intensificación, sin embargo, no se ratificó en la vista oral pese a los intentos que se hicieron desde el juzgado para localizar el paradero de dicho testigo.

Por este motivo no se pudo verificar la absoluta sinceridad de sus afirmaciones. Frente a este testigo, a su vez, la defensa opuso la declaración de dos compañeras de trabajo de la acusada, personas que, en la noche en la que fueron descubiertos los destrozos, aseguraron que la acusada había pasado casi la práctica totalidad del día con ellas sin que en toda la jornada hubieran pasado o se hubieran desplazado por motivo alguno a Sant Antoni.

La juez también valora en su sentencia que la acusada no contaba con domicilio en Sant Antoni y que su ex marido y ella no habían acabado bien el matrimonio al litigar en el juzgado por otras cuestiones.

La acusada tuvo que sentarse en el banquillo por estos hechos el pasado verano, época en la que asimismo estaba previsto que el denunciante pasara por el juzgado para responder de la comisión de un supuesto delito de impago de pensiones. Todo ello ocurrió en el juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, lugar donde este mismo individuo era conocido porque semanas antes había sido condenado por un primer delito de impago de pensiones que se le imputó.