El juez Pablo Mendoza, magistrado que investiga los supuestos abusos sexuales denunciados en Eivissa por una quincena de mujeres contra Tomás A.R., el mentalista deportivo conocido como el «Brujo», ha resuelto la conveniencia de que dicha persona continúe en prisión preventiva. Para Mendoza la situación es prácticamente la misma que cuando se acordó esta medida cautelar. Pese a ello, el instructor de la causa recuerda, en el auto en el que se resuelve esta cuestión, que el sumario no se ha podido concluir por impericia del juzgado sino por no haberse podido aunar a éste unos informes psicológicos que el propio juez, ahora de nuevo, vuelve a demandar con urgencia.

Como ya informó este periódico, Tomás A.R. fue excarcelado la pasada semana para comparecer en una vista que se celebró después de que su defensa, tras cumplirse el máximo legal de dos años sin juicio y preso, pidiera la puesta en libertad del «Brujo».

El magistrado ha analizado la situación y en su último auto establece que, sin perjuicio de posteriores revisiones y en caso extremo, aún cabe prorrogar la situación del acusado durante dos años más. Al respecto, se aviene a lo pedido por el fiscal y las acusaciones particulares y recuerda que la ley española permite hacer salvedades justificadas con la prisión provisional en casos de delitos graves, manteniendo privado de libertad al reo durante un total de cuatro años.

Según la información recogida por este periódico, en el nuevo auto se considera que, vista la condena de más de 50 años de cárcel a la que el sospechoso se enfrenta, no ha desaparecido el riesgo de fuga, ni el de reiteración delictiva, máxime por trastornos que se le han apreciado al sospechoso, o el de que los denunciantes puedan verse amenazadas. Asimismo, se incide en la cuestión de que durante toda la causa no se ha rebatido ni mucho menos que exista una razón que justifique un complot contra el «Brujo», tal y como éste ha mantenido en sus distintos alegatos de inocencia.