Un vecino de Eivissa de nacionalidad marroquí que ayer tuvo que sentarse en el banquillo acusado de maltratar a su esposa, también natural de este país, negó que hubiera golpeado a ésta y afirmó que le pudo causar las heridas que presentaba al agarrarla «por detrás» para evitar que se tirara por la ventana de su casa, ubicada en un noveno piso, tras una discusión entre ambos.

La mujer, por su parte, mantuvo que el pasado 17 de febrero su marido la insultó y la golpeó en la cara después de que ella, tras una discusión por problemas con su cuñada, le dijera que «en cosas de mujeres no tenía por qué meterse». Al respecto, el fiscal mantuvo al final del juicio una acusación por la que se piden nueve meses de prisión para el sospechoso y la imposibilidad de acercarse a su cónyuge a menos de cien metros durante dos años. Según el acusado, que dijo «no estar conforme con lo que había ocurrido en el juicio», su esposa se disgustó porque él se había quedado sin trabajo durante un mes y había decidido que era mejor volver a Marruecos.