«Creo que vino a la isla para matarme». Ésta fue la afirmación que realizó ayer una vecina de Santa Eulària en el juicio que se celebró ante la juez Clara Ramírez de Arellano, titular del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, contra un italiano que fue detenido por la Guardia Civil al llegar al aeropuerto después de que su ex pareja informara de su viaje y asegurara que le había llamado y mandado mensajes intimidatorios. «Quiero matarte, hija de puta, me dijo en uno de ellos. No sólo temo por mí, sino también por mis padres, que han sido amenazados en Italia después de que el se presentara en casa», explicó la víctima.

El fiscal pidió para el sospechoso, que fue juzgado en su ausencia, 21 meses de cárcel. Según su defensa, éste sólo viajó a la isla para aclarar los problemas surgidos por el alquiler de un restaurante que la pareja explotaba en Santa Eulària.