El fuego prendió en una cortina del comedor y se expandió con rapidez por un sofá hasta devastar la habitación principal de la vivenda. Foto: IRENE G. RUIZ

Una vecina de Cala de Bou logró ayer salvar a su familia después de que se declara un incendio en el comedor de su casa cuando ella dormía en su dormitorio. La mujer, de 37 años y natural de Madrid, despertó a tiempo para coger a sus dos hijos, un bebé que aún no había cumplido los tres meses, y un pequeño de tres años, y escapar por la venta cuando el fuego destruía la sala principal de la casa tras haber prendido en una cortina y extenderse hacia el sofá.

El suceso tuvo lugar poco después de las nueve y media de la mañana en un edificio de planta baja del número 107 de la calle de es Caló, en la antigua carretera de Port des Torrent. La vecina despertó sobresaltada al notar el humo y un fuerte olor a quemado. Al abrir la puerta del dormitorio se encontró súbitamente con las llamas. Cercada por el fuego, tuvo en suerte que la ventana de esta dependencia no contaba con rejas o cualquier otro impedimento que cerrara su huida. Agarró a sus dos pequeños (el bebé al parecer se hallaba en su cuna) y salió al exterior, según explicaron varias fuentes que participaron en esta emergencia. La mujer se refugió luego en casa de una vecina mientras intentaba localizar a su marido, quien había salido a primera hora de la mañana para incorporarse, como cada día, a su puesto de trabajo. Durante los primeros minutos no logró contactar con él a las repetidas llamadas que realizó a su teléfono móvil.

Las causas concretas que motivaron el inicio del incendio eran ayer motivo de investigaciones. Una de las hipótesis que se barajaban era que se hubiera producido un cortocircuito en el cuadro de luz del inmueble y una chispa hubiera prendido enseguida en la cortina. Todas las fuentes hicieron hincapié en que la rapidez de la mujer fue vital, especialmente por el grave peligro que existía para el bebé en caso de que hubiera sufrido una corta inspiración de monóxido de carbono.

El fuego y el humo destruyeron por completo el comedor de la vivienda, lugar también donde se ubicaban la cocina y distintos electrodomésticos. Las llamas, sin embargo, no llegaron a penetrar en el dormitorio. Los bomberos pudieron concluir su trabajo poco antes de las once de las once de la mañana.