Un camión y un coche de la Policía Local de Formentera en la zona del suceso, ocurrido en marzo de 2006.

Tres años de prisión y cuatro de inhabilitación para poder actuar como promotor o constructor. Esta es la pena que pide el fiscal, independientemente de las que formulen el día del juicio las acusaciones, para un promotor de Formentera, J.C.S., que tendrá que sentarse en el banquillo como supuesto responsable de un homicidio imprudente y un delito contra la seguridad laboral después de que en la tarde del 24 de marzo de 2006 muriera en una obra un operario y resultara herido otro. El siniestro ocurrió cuando una retroexcavadora cayó por un terraplén desde unos tres metros de altura.

J.C.S. tenía que haberse sentado ayer en el banquillo ante la responsable del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, la juez Clara Ramírez de Arellano, pero la vista oral tuvo que suspenderse después de que la abogada de la defensa alegara enfermedad para justificar su ausencia y requerir un aplazamiento.

La investigación judicial determinó que la obra donde ocurrió el suceso, ubicada en la carretera de es Ca Marí y cerca de la desaladora de Formentera, se estaba llevando a cabo sin licencia para ello. Ello conllevó que el proyecto no contará con ningún plan de seguridad laboral ni presuntamente se tomaran las medidas necesarias para llevar a cabo la obra. El accidente, en concreto, ocurrió cuando los obreros acometían los trabajos para hacer un sótano en una finca privada.

El fiscal también ha pedido que se indemnice a la familia del fallecido, Francisco González Cuenca, de 48 años y natural de la localidad jienense de Alcalá de La Real con 218.300 euros, y con 12.000 al hombre que resultó herido, el almeriense J.R.L., de 44 años y persona que conducía la retroexcavadora cuando se perdió el control de ésta al desplomarse el firme en el que se hallaba. Al parecer, durante los días anteriores había llovido en la zona.

El cadáver de la víctima, que falleció en el acto al ser aplastado por la maquinaria, no pudo ser retirado hasta seis horas después, cuando ya era de noche, al ser necesario conseguir un camión grúa de gran tonelaje que pudiera levantar la retroexcavadora.