Grabaciones de las cámaras de seguridad.

La colaboración entre la Guardia Civil y los hoteleros de la bahía de Sant Antoni ha permitido detener a tres rumanos que estaban en el punto de mira del instituto armado al ser identificados como sospechosos de varios hurtos en establecimientos turísticos de la isla. La oleada de hurtos que se les atribuyen ha sido abortada después de que los sospechosos quedaran grabados en cámaras de seguridad y los hoteleros trabajaran estrechamente con la Benemérita para poder localizarlos cuanto antes.

Las tres detenciones, en servicios distintos pero similares, se produjeron a principios de este mes. Primero se detuvo a una pareja, una mujer y un hombre de 24 y 25 años, que fueron claramente identificados como los autores de un robo en la piscina de un hotel.

La grabación de este robo sirvió a los agentes para relacionar a ambos individuos con una serie de hurtos que se habían producido días atrás y en el que los ladrones, como hacían habitualmente, entraban en los establecimientos afectados como si fueran turistas que se estaban alojando en estas instalaciones.

Luego, aprovechaban los descuidos de los turistas para sustraerles sus efectos personales y marcharse del hotel como si no hubiera ocurrido nada.

En alerta

Los agentes de Sant Antoni apresaron en ese mismo día a otro hombre de nacionalidad rumana, éste de 32 años, por otros robos que se cometieron. En el último, fue sorprendidos in fraganti cuando presuntamente estaba hurtando efectos a su última víctima.

El sospechoso fue capturado también después de que otra actuación suya quedara registrada en la grabación de una cámara de seguridad y se pudiera estar en alerta sobre su persona. Los agentes del Àrea de Investigación lo han podido relacionar con al menos otros tres robos con fuerza que se le imputaron una vez cumplimentado el atestado y formalizada su puesta a disposición judicial.