Una imagen general del interior del club de billar que recibió la «visita» del grupo rumano. En la imagen se ve cómo los ladrones no necesitaron forzar los cajetines de las mesas. Bastó con utilizar las llaves especiales que llevaban para apoderarse de la recaudación que había en cada uno de los billares.

Las cámaras de seguridad del establecimiento afectado, uno de los clubes de billar más prestigiosos de toda la isla, el Café Iluisions Pool, dejaron claro lo que había ocurrido. La copropietaria del local decidió dar aviso a la policía después de ver un movimiento sospechoso en el interior del local y advertir de ello a los individuos que ahora están siendo buscados por la policía.

Su perspicacia resultó acertada. Al visionarse las cintas de seguridad se vio cómo al menos uno de los tres individuos que minutos habían entrado como si fueran unos clientes manipulaba los cajetines de los billares y se apoderaba del dinero que había en el interior, una cantidad que en su conjunto alcanza al menos los 400 euros. Todos los indicios apuntan a que los ladrones se valieron de llaves especiales capaces de abrir los cajetines dejando mínimas marcas. Este tipo de llaves ha sido utilizado en la Península por otras bandas que actuaban con un mismo modus operandi.

El golpe se perpetró sobre las once de la noche. Los tres ladrones entraron en el club y se dirigieron ala zona más apartada, lugar donde están las mesas de billar de siete pies, alejadas del servicio de bar. Uno de ellos se puso frente a la empleada y no paró de mirarla durante todo el tiempo que el grupo estuvo robando. Los otros simularon estar jugando una partida. Esperaron a que en el local quedara sólo la mujer y luego actuaron. Tras avisar al propietario del local, se confirmó el robo.